En la historia argentina, es el economista que tuvo más momentos propicios para volverse un líder político. Comandó la salida de la recesión, fue presentado por el candidato presidencial Néstor Kirchner como símbolo de continuidad, cerró el mayor canje de deuda pública de la historia mundial, preparó el histórico pago al FMI (aunque finalmente no salió en la foto), obtuvo más de 3 millones de votos en una elección presidencial, y hasta hace poco formaba parte de una fuerza política que aspiraba a entrar al balotaje. Ni siquiera Domingo Felipe Cavallo tuvo tantas oportunidades. Lavagna, tiempista y sereno como hacedor económico, desaprovechó una a una sus chances de volverse un político de fuste.
El techo al crecimiento de Scioli y Tinelli, más el final de las balas de plata. Por Lucio Di Matteo
Ya no hay elecciones que se ganan fácil. Ni votantes que, viendo el rostro de Perón o el escudito de la UCR, meten a ciegas boleta entera en el sobre. Se terminó el facilismo en la política argentina
Asombrosas coincidencias y diferencias entre el caso sudamericano y el europeo
Por Lucio Di Matteo
Por Lucio Di Matteo
Por Lucio Di Matteo