22 de Abril de 2025 - 10:30

El Banco Nación abrió un plan de retiros voluntarios y casi el 20% de sus empleados cobraría sin trabajar

Como en 2017 y 2018, el Banco de la Nación Argentina abrió un plan de retiros voluntarios. A diferencia de aquel, éste es menos generoso en la oferta individual pero más abarcativo en cantidad de empleados. En vísperas de una privatización o salida a la Bolsa, corre el riesgo de tener el 20% de su plantilla de empleados cobrando, pero sin trabajar.

“Privatizaciones y retiros eran los de antes”, bromea un empleado del Banco de la Nación Argentina (BNA) que se proclama defensor de la década de los ´90, y por ello justamente cree que el actual gobierno no es como el menemismo. Se refiere a dos cuestiones puntuales. Por un lado, las privatizaciones de esa época tuvieron una Ley Marco (la que armó el ideólogo Roberto Dromi), el traspaso del capital accionario fue total o casi (con un 10% de PPP), y sus nuevos dueños -muchos hoy lo siguen siendo las recibieron con el recorte de personal ya hecho.

En cuanto a los retiros dentro del BNA, el antecedente fue el que desarrolló Javier González Fraga entre 2017 y 2018, cuando se fueron alrededor de 500 gerentes cobrando indemnizaciones de hasta 750.000 dólares, percibiendo además el sueldo hasta el día se jubilación. Como la edad inicial era de 53 años, y los hombres se jubilan a los 65, muchos todavía están en esa nómina.

El tema fue anticipado por Minuto de Cierre (https://www.minutodecierre.com/nota/2020-3-5-15-12-0-despidos-de-gerentes-en-el-banco-nacion-de-gonzalez-fraga-indemnizaciones-hasta-u-s-750-000-y-costo-actual-de-135-millones-mensuales) y hasta mereció un informe realizado por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), encabezado por Marcelo Costa, que luego sería síndico general del banco. Las conclusiones de aquel informe, que aquí recordamos en imágenes, hablan de una mala administración realizada a propósito, con el objetivo de descapitalizar al banco.

En el retiro actual, la oferta no incluye indemnización inicial, pero sí la jugosa propuesta de cobrar entre el 70% al 80% del sueldo, con las actualizaciones paritarias que se produzcan, hasta el día de la jubilación. Con una ventana máxima de ocho años: el ofrecimiento es para hombres a partir de los 57 años y mujeres desde los 53. La oferta resulta tan tentadora que algunos empleados del BNA lo deciden en dos días, firman y se van a su casa.

Según diversas fuentes a las que consultó Minuto de Cierre, ya se acogieron a este retiro más de 2.000 empleados del banco líder del país, y el objetivo es llegar a los 3.000. Aunque la versión oficial habla de 600 retiros aceptados hasta el momento y 1.500 como objetivo. Cualesquiera sean los números, cuestionables desde lo cuantitativo y cualitativo. Esto último porque el banco se descapitaliza en lo humano, perdiendo personal calificado. Como ocurre en cada una de estas ocasiones, se van más lo que tienen alguna perspectiva favorable fuera de la empresa en la cual trabajan.

 

Números que atentan contra una privatización

 

Con respecto a lo cuantitativo, la plantilla actual del Banco Nación supera los 18.000 empleados. Si el objetivo de los 3.000 retirados se cumpliera, sumando algunos gerentes que se fueron entre 2017 y 2018, la entidad bancaria se acercaría a casi el 20% de su plantilla cobrando sin trabajar, e inclusive haciéndolo en bancos competidores, pues el retiro actual no lo prohíbe expresamente.

El régimen actual es similar a uno que implementó Federico Sturzenegger, actual ministro de Desregulación, cuando era presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires, en el 2012. De acuerdo a un paper publicado en la Universidad de San Andrés, “el único requisito para acceder a dicho plan era ser mayor de 55 años”, y el objetivo fue “reducir la dotación y producir un recambio generacional con el fin de disminuir los costos laborales y modernizar los recursos humanos de la empresa”.

Más allá que nadie cree que esto haya sido beneficioso en el Banco Ciudad, no es comparable con el Nación. Como muchos de los retiros actuales se dan en el interior del país, lejos de las luces porteñas, no se notan a nivel mediático, pero están resintiendo el nivel de productividad y atención al público en todo el país. Una desventaja que sabrán aprovechar los bancos provinciales (estatales o no), o los privados con capilaridad nacional, como el caso del Macro.

En una eventual privatización, el BNA sería menos atractivo y/o valdría menos. Sumado a esto, hay un tema tabú que muy pocos se animan a tratar: la Sede Central (ubicada en la manzana que está en diagonal a la Casa Rosada) tendría asignados allí alrededor de 5.000 empleados, cuando la capacidad operativa del edificio para recibirlos está debajo de los 2.000.

Algunas fuentes apuntan que, en esto, el Banco Nación funciona como tantos ministerios y secretarías del Estado Nacional, que van acumulando capas geológicas de empleados que ingresan con cada gobierno, pero subsisten en los siguientes. Hasta se habla de un equipo de trabajo que está haciendo el listado para acercarle a Sturzenegger, pero es muy difícil de comprobar.

 

Comentarios