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Este lunes 14 de abril, con casi todas las miradas puestas en el mercado cambiario, la Dirección General de Aduanas (DGA) avanzó con una decisión tomada desde la semana pasada: intervención de la seccional Campana, una de las más importantes en la exportación de bienes. "Lo hicimos para depurar personas, estructuras y comportamientos enquistados", apuntó un hombre cercano a Andrés Velis, titular del organismo. "De paso -agregó-, les queda claro que bancamos el trabajo de (Omar Ariel) Vaccaro, el director nombrado en diciembre último, que viene batallando contra esta gente". 

Las miradas de la jefatura apuntan tanto a cargos jerárquicos como a verificadores, que son la primera línea del control aduanero. Las quejas esparcidas en Azopardo y Belgrano, sede central del organismo, apuntan a ¨históricos¨ de Campana como también a otros recientes; todos aduciendo una protección del gremio que no se sabe si es cierta.

La figura de la intervención es inusual en la Aduana, sólo se usa en casos excepcionales y clave. Hace algunos meses se usó en Posadas, un paso fronterizo clave, luego que el lugar quedara sin ningún tipo de guardia y el control tuvo que ser ejercido por Migraciones. Ahora se aplica a Campana tras detectarse falla o inexistencia de control en exportaciones clave para la generación de divisas y recaudación: productos agrícolas, como también petróleo y sus derivados. 

Entre los argumentos que empujaron la decisión, pesa la reciente decisión del juez federal de Campana, Adrián González Charvay. El magistrado procesó a cinco verificadores por la exportación de combustibles. Entre la información que se venía recabando en la sede central del organismo, la decisión del juez, y los sectores enquistados que dicen ampararse en el gremio, Velis aceleró su decisión e intervino uno de las aduanas más importantes del país.