El gobierno hizo el mayor pago de deuda en años: el impacto en los mercados y la reacción de los bonistas
El Tesoro Nacional desembolsó aproximadamente US$4400 millones para cubrir la amortización de capital e intereses correspondientes a los bonos Bonares y Globales. Para realizar esta operación, el Ministerio de Economía utilizó recursos propios que previamente había adquirido del Banco Central (BCRA), ya que las elevadas tasas de interés internacionales imposibilitan la refinanciación de la deuda en los mercados externos.
Del total abonado, cerca de US$3800 millones se destinaron a acreedores privados. Esto tuvo un impacto directo en las reservas del Banco Central, que se redujeron en aproximadamente US$1600 millones el miércoles, debido a las transferencias realizadas a cuentas de bonistas extranjeros para cubrir pagos de bonos denominados en dólares y euros.
En contraste, los pagos a bonistas locales no implicarán una salida inmediata de divisas, dado que los fondos permanecerán depositados en los bancos hasta que sean retirados. Estos montos incluyen tenencias de inversores privados, así como de organismos públicos como la ANSES y el propio Banco Central.
"Las deudas se pagan", afirmó Milei
El presidente Javier Milei expresó su postura sobre este significativo cumplimiento financiero a través de su cuenta en la red social X, donde declaró: “Las deudas se pagan” y concluyó con su habitual “Viva la libertad carajo”. Por su parte, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, también destacó el cumplimiento de este compromiso: “Dicen que lo prometido es deuda… en este caso, ¡PAGADA! ¡Vamos!”.
Pagos previos y perspectivas futuras
En octubre, el Tesoro ya había realizado una transferencia de US$1050 millones al Bank of New York para garantizar el pago de intereses a los bonistas extranjeros. Posteriormente, durante diciembre, continuó adquiriendo dólares del Banco Central, lo que permitió cerrar el año con depósitos oficiales en moneda extranjera por encima de los US$6100 millones. Este movimiento ha llevado a algunos analistas a señalar que el Gobierno no solo está asegurando el pago de los vencimientos de enero, sino también los programados para julio.
La incertidumbre sobre la reacción de los bonistas
Los bonos argentinos han mostrado un desempeño destacado en 2024, con rendimientos que superaron el 100% anual. Este contexto optimista fue impulsado por el compromiso gubernamental de mantener la disciplina fiscal y cumplir con los pagos, lo que también permitió reducir el riesgo país, ubicándolo por debajo de los 600 puntos, un nivel que no se veía desde 2018.
El próximo desafío es determinar si los bonistas reinvertirán los fondos obtenidos en títulos argentinos o si preferirán capitalizar las ganancias. Una decisión de reinversión podría incrementar la demanda de bonos, lo que a su vez contribuiría a continuar reduciendo el riesgo país. Según consultoras privadas, existe una alta probabilidad de que una parte significativa de estos fondos sea reinvertida.
En el panorama actual, persisten desafíos como el cepo cambiario y la falta de un nuevo acuerdo con el FMI. Sin embargo, la deuda en dólares sigue siendo una opción atractiva para los inversores que buscan rentabilidad en un contexto internacional competitivo.
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