Ahora que el Gobierno admite posibles cortes de energía, las miradas apuntan a las demoras con Atucha I, empezando por el gerente de NASA, Fernando Monserrat
Evitar la salida de servicio de esta central nuclear será muy difícil, comprometiéndose así la generación eléctrica necesaria para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en el verano. En la Secretaría de Energía, y entre los especialistas del sector, apuntan al gerente general de NASA por hacer la plancha mientras sobrevivía al cambio de gobierno.
El propio Daniel González, “secretario coordinador” (algo así como un número 2) de Energía, admitió este martes, en un evento organizado por Shell, que “va a ser un verano complicado” con respecto a los cortes de energía. Esta vez no sería por el sistema de distribución eléctrica recalentado por el calor y el consumo, sino debido a una cantidad de generación por debajo de la demanda. Como en los ´80, cuando el gobierno de Raúl Alfonsín tuvo que apelar a los cortes programados de 5 horas.
Quizás la situación no llegue a tanto, pero Atucha I, con parada técnica programa para este 29 de septiembre, aporta 362 megavatios, muy necesarios en épocas de alto consumo. El pasado 1° de febrero, por ejemplo, el consumo marcó un récord de 29.105 megavatios, por lo que se hizo necesario importar 1.888 megavatios desde países limítrofes: Brasil, Uruguay, Bolivia y Chile.
Aunque Atucha I sería un 1,2% de una demanda en esos niveles, su salida de servicio es clave por dos factores. Por un lado, los factores climáticos harían que las naciones limítrofes no pudieron acudir en nuestro auxilio esta vez. Pero, además, los megas de Atucha -la primera central nuclear de América Latina, inaugurada en 1974- son claves en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Como hace años que no se construyen nuevas líneas de extra alta tensión, a la mayor urbe del país se le complica traer energía de otras regiones.
Monserrat, el apuntado: se mostraba libertario pero no hizo nada
Fernando Monserrat es un funcionario de carrera, con cuatro décadas en el sector de la energía nuclear. Ese dato, positivo en sí mismo, puede volverse en su contra evaluando su inacción. En diciembre, tras la renuncia de José Luis Antúnez a la presidencia de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), Monserrat quedó en el cargo para enfrentar la transición de gobierno.
“Desde ese momento hasta fines de abril, cuando asumió la presidencia Luis Fasanella, Monserrat no tomó ninguna decisión. Se quiso hacer el libertario para ver si lo dejaban como presidente, y gastó toda su energía en eso”, apuntan, con palabras calcadas, dos fuentes de distinto origen. Con la llegada de Fasanella, hombre del Grupo Eurnekian, a Monserrat le dieron como premio consuelo la gerencia general.
Por su trayectoria y experiencia, no pudo haber ignorado que difícilmente la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) le permita a Atucha I extender su vida útil para pasar el verano. Además, aunque ello ocurriera, la central no tiene el combustible necesario -pastillas de uranio enriquecido- para funcionar unos meses más luego del 29 de septiembre, cuando debería apagarse para comenzar los trabajos de actualización .
“Tienen que apagarla ahora, no hay combustible extra”, señala un tercer consultado. “Por eso le dieron el 29 como última fecha”, agrega. Una nota de los técnicos del sector, fechada el 29 de agosto y dirigida al ministro Luis Caputo, detalla argumentos que Monserrat no podía desconocer de ninguna forma. La misma se publica al final de esta nota.
“En NA-SA se señalan dos factores principales a considerar respecto a la extensión de vida útil de la central: el combustible dentro del reactor y el vencimiento de la licencia de operación. Ambos factores están directamente vinculados con el comienzo del proyecto de extensión de vida, programado desde hace varios años”, especifica la carta de la Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica (APUAYE), firmada por su presidente, Jorge Arias, y su secretario de Prensa y Actas, Juan Cabrera.
En la misiva, APUAYE también se manifiesta contra la privatización de NA-SA, además de defender la conveniencia y eficiencia económica de hacer los trabajos para extender la vida útil de Atucha I. Los fondos para financiar la obra ya están disponibles, según la misiva, y permitiría seguir contando con el aporte de la central, “que ha realizado durante 50 años, con una performance muy confiable y eficiente”, proveyendo “energía limpia, confiable, de base y alto factor de carga”.
NOTAS RELACIONADAS
-
“El Tano” Beraldi, la empresa de la secretaria de Energía y la “línea” de YPF: sin transparencia, compliance ni control público
-
La Aduana ordena y fiscaliza el courier de Ezeiza, para que los consumidores aprovechen la baja del Impuesto PAIS
-
Augusto Costa, vicepresidente de Vélez, es el garante político de la mudanza jurídica de la AFA a Provincia de Buenos Aires