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La creatividad criolla no tiene límites. Para el fútbol, la música, los engendros políticos o jurídico, la literatura, y por supuesto también para evadir impuestos. En este último sentido, la Aduana está investigando a la firma Ambiental Campana por la supuesta maniobra de agregarle un ácido específico al aceite de soja para hacerlo pasar por oleína, un compuesto que se usa básicamente para agregarle a medicamentos. Cambia la composición ácida de la materia, pero sigue siendo aceite de soja. Lo curioso es que, mientras la Aduana comenzó a investigar este tema, Ambiental Campana está pidiendo la habilitación de su planta, especializada en desechos ambientales, para procesar más aceite de soja.

La finalidad de esta supuesta maniobra es la subfacturación de exportaciones, pues el aceite de soja paga 31% de derechos de exportación (las vulgarmente llamadas retenciones), en tanto que la oleína sólo abona 5%. El organismo que conduce Guillermo Michel ya tomó muestras del líquido que exporta Ambiental Campana y las mandó a analizar en su Instituto Técnico de Examen de Mercaderías (ITEM).

Si la oleína que exporta Ambiental Campana termina siendo aceite de soja enmascarado, será la segunda vez que la Aduana descubra un proceso similar. En septiembre del año pasado se detectaron más de 80 toneladas con este proceso que se exportaban a Chile. “La empresa apeló a declaraciones apócrifas para evadir más del 90% de los derechos de exportación y ahora toda su operatoria está bajo análisis”, apuntaron desde la Aduana en aquel momento. Esta investigación originó una denuncia penal ante el Juzgado Federal 1 de Mendoza, que actualmente sigue su curso.

 

El triángulo de la maniobra: la empresa, el depósito fiscal y una especialista

 

Ambiental Campana se presenta a sí misma como “una empresa dedicada al tratamiento de residuos especiales hasta la obtención de mezclas combustibles para calderas industriales y la refinación de aceites usados e hidrocarburos”. En su página web (www.ambca.com.ar), la compañía plantea que sus “procesos industriales están específicamente destinados a recuperar y/o transformar desechos en un inerte, que puedan ser dispuestos sin consecuencias para el medio”.

Para la supuesta maniobra investigada por la Aduana, Ambiental Campana con dos socios, partícipes o cómplices (se verá finalmente qué son) imprescindibles. Por un lado, el depósito fiscal de Transportes Padilla, cuyo depósito fiscal “Don Walter” se dedica a cargas generales y peligrosas. Hace dos semanas, el depósito fiscal Don Walter fue clausurado por 48 horas. Los motivos no trascendieron, pero podría ser por el aceite de soja enmascarado como oleína. Transportes Padilla es una compañía familiar que integran Marcos Raúl y Antonio Enrique Padilla como presidente y vicepresidente respectivamente, junto a la segunda generación: Gonzalo Sebastián Juárez Padilla y Micaela Padilla.

El tercer elemento de la supuesta maniobra, por el aporte de su expertise y conocimiento de los aduaneros que trabajan en Campana, es la ex empleada del organismo Belena Sussini, que en 2017 fue designada verificadora en la Aduana de Campana y hace poco se jubiló como empleada del organismo. En su perfil actual de Linkedin se presenta como licenciada en Comercio Internacional y especialista en Operatoria Aduanera.

El rol clave de Sussini activó nuevamente las alarmas en Azopardo al 300, donde está la jefatura de la Dirección General de Aduanas. Sobre todo, porque Belena Sussini tenía buena llegada a Walter Gabriel Guillerme, que en febrero de 2021, cuando las titulares de Aduana y AFIP respectivamente eran Silvia Traverso y Mercedes Marcó del Pont, fue nombrado director interino de la Aduana de Campana.

A partir de su asunción, el 1° de julio del 2022, Guillermo Michel puso el foco en lugares claves para las irregularidades del comercio exterior. Entre ellos Campana, donde como contó Minuto de Cierre en marzo de este año, lo considera un lugar clave para evitar la subfacturación de exportaciones e importaciones irregulares. Con ese foco, Michel realizó desplazamientos y nuevos nombramientos que fueron ordenando la operatoria del lugar, aunque el caso Ambiental Campana-Padilla-Sussini vuelve a activar las alarmas y probablemente ello derive en nuevos cambios.