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La elección del próximo intendente de San Isidro parece prácticamente consumada. Ramón Lanús le ganó la interna de Juntos por el Cambio a Macarena Posse, la hija del saliente primer mandatario, Gustavo, e hija del histórico Melchor. Con ello rompió una hegemonía de 40 años entre los mandatos de Melchor (ya fallecido) y su hijo. Con lo cual, Lanús tiene grandes chances de ser el próximo intendente de San Isidro.

Sin embargo, arrecian las críticas luego que decidiera sacarse la foto con Posse, en el marco de un encuentro de Juntos por el Cambio. “Estamos todos juntos para ganar la Nación, la provincia y el municipio”, justificó el abogado recibido en la Universidad Austral. Las críticas apuntan a que hasta hace poco -antes de las elecciones- se había plantado como opositor a Posse, a través del partido vecinalista Con Vocación. “No se entiende si es oficialista u opositor, nuestro (de Cambiemos) o vecinalista”, admite alguien que trabajó para su derrotada Macarena Posse.

Tras la foto, entre vecinos y ONG (especialmente ambientalistas) de San Isidro crecen dos temores. Por un lado, que Lanús prorrogue el sistema de clientelismo y casta del cual los Posse hicieron uso y abuso. “Lo primero que tendría que hacer es despegarse de los Posse, en cambio va y sonríe a su lado en una foto”, admite un simpatizante de Con Vocación, el partido que le sirve de base a Lanús.

Por otra parte, asustan sus antecedentes como vendedor serial de terrenos fiscales a precios irrisorios. En especial, durante su paso por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), designado allí por el entonces presidente Mauricio Macri. De esa gestión, arrastra más de 30 causas judiciales, justamente por la venta de terrenos. También tiene problemas judiciales por la aplicación del Plan Federal de Viviendas en dos conocidos barrios populares de San Isidro: La Cava, Martín y Omar.

Sobre sus causas relacionadas a la gestión en la AABE, Lanús declaró que “vender tierras es un instrumento para desarrollar otras cosas”. Justo una frase que despierta temores sobre apetecibles espacios públicos dentro de San Isidro, especialmente en el acceso a la Costa del Río de la Plata.

La Oficina Anticorrupción denunció en 2020 a Lanús por negociaciones incompatibles con la función pública, junto a Marcos Peña y Rogelio Frigerio, ex jefe de Gabinete y ministro del Interior respectivamente. Si bien las denuncias son del actual oficialismo nacional, se basan en una venta de terrenas nunca vista en cuanto a la cantidad y proyección económica de los lotes.

Por ello, los sanisidrenses, que suelen jactarse de “ver las estrellas como no se ven en Capital”, sus espacios verdes y el aprovechamiento de la costa del Río de la Plata, temen una ola enajenadora de Lanús. “Parece un chiste geográfico, que Lanús termine quedándose con San Isidro y manejándolo”, apunta un ambientalista destacado.