El autor del libro sobre la espía soviética África de las Heras destaca lo humano en su historia
El escritor y periodista uruguayo Raúl Vallarino, quien presentó la semana pasada la cuarta edición ampliada de su novela histórica ‘Mi nombre es Patria’ (editorial Fin de Siglo) sobre la espía soviética África de las Heras, resaltó en entrevista con la Agencia Sputnik la parte humana en la insólita biografía de la agente, española de nacimiento.
“Cinco años me llevó investigar, porque yo investigué en el exterior: en España, en Moscú, en San Petersburgo (…) Es una de las obras que a mí me fascina seguir contando y descubriendo cosas que realmente humanizan la historia, porque hay sentimientos reales de los personajes”, dijo el también exdirector general de la Biblioteca Nacional de Uruguay.
Vallarino explicó que la nueva edición de su libro, presentada el viernes pasado en la 45 Feria del Libro de Montevideo, contiene capítulos sobre los últimos años del trabajo de la célebre espía, cuando, en la década de los 80, actuaba como instructora de agentes en Moscú. Fue en aquella época que coincidió con el actual presidente de Rusia, Vladímir Putin, que en aquel momento empezaba su trabajo como oficial del servicio de inteligencia soviético KGB.
“Hay capítulos con Putin en su época juvenil y las conversaciones que tiene con Patria (el nombre en clave de África de las Heras). No sé si fueron exactamente así, pero sé que se cruzaron, esa ya es la parte novelada”, indicó el también exdirector general de la Biblioteca Nacional de Uruguay.
El autor señaló que en esos capítulos no dice “nada que afecte a nadie”, sino que simplemente cuenta “cómo ella trabajaba, lo afable y lo humana que era con los jóvenes que aprendían”.
“Este libro no terminó siendo una novela porque lo que cuento es la realidad, no exagero nada, no hago fantasía, la única licencia literaria que me he tomado es cambiar algunos nombres para poder proteger a las personas que me dieron información”, dijo al mencionar que, entre otras fuentes, pudo hablar con dos exagentes del KGB, ya ancianos, que habían trabajado con África de las Heras
África de las Heras Gavilán (1909-1988), nacida en Ceuta, empezó a cooperar con la inteligencia soviética en 1937, cuando combatía del lado de los republicanos durante la guerra civil en España. En 1938 obtuvo la nacionalidad soviética.
Entre sus primeras misiones como espía de la URSS, fue infiltrada en el equipo de León Trotski, revolucionario y político que estaba en oposición a Iósif Stalin, en Noruega y México para organizar su asesinato.
En los años 40, De las Heras participó en la Gran Guerra Patria como paracaidista y operadora de radio detrás de las fuerzas nazis en Ucrania Occidental.
En 1948 se instaló en Montevideo y dirigió durante 19 años todas las operaciones de la inteligencia soviética en América Latina.
Todos los agentes soviéticos que llegaban a instalarse por orden del Kremlin en América debían pasar por Uruguay a recibir instrucciones de Patria, que se hacía pasar como modista de alta costura y dueña de una casa de antigüedades.
De las Heras se retiró del KGB en 1985 en el grado de coronel. Recibió ocho condecoraciones por los servicios de espionaje prestados a la Unión Soviética.
La historia de Patria inspiró la película documental “Nuestra África en América Latina” (2020) del periodista ruso y director del Instituto Bering-Bellingshausen para las Américas, Sergey Brilev.
El documental, en el que Vallarino fue asesor, fue realizado con un equipo de técnicos uruguayos y de la televisión rusa. El filme recorre los lugares de Moscú y Montevideo donde vivió De las Heras y cuenta con testimonios de agentes que fueron sus alumnos, así como de su sobrina nieta, María de las Heras. (Sputnik)
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