Argentina se convirtió en el primer país en clonar cebras
La investigación permitiría acelerar el desarrollo de tecnologías aplicables en programas de conservación de animales salvajes en peligro de extinción, tales como el burro y el rinoceronte.
Por primera vez para la ciencia, nuestro país consiguió clonar in vitro embriones de cebra. El proyecto de investigación fue liderado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) e incluyó la participación de otras instituciones como la Universidad de Río Cuarto (UNRC) y la Fundación Temaikén. Los experimentos se realizaron en laboratorio y los embriones generados tuvieron alta calidad. Esto serviría para avanzar en la preservación de material genético de la cebra y de otras especies en peligro de extinción, como los rinocerontes.
“Logramos producir embriones de clonación de cebra utilizando óvulos de yegua. A estos óvulos, que nos brindó la Universidad de Río Cuarto, les quitamos el ADN y le introdujimos el material genético de células de cebra que nos cedió Temaikén, provenientes de un animal de ese parque. Los embriones se desarrollaron muy bien hasta el día siete, cuando ya se los podría transferir a un animal receptor. Hasta donde sabemos, nadie lo había conseguido antes”, explicó Andrés Gambini, docente cátedra de Producción Equina de la FAUBA, investigador del Conicet e integrante del Laboratorio de Biotecnología Animal (LABA-FAUBA) dirigido por Daniel Salamone, docente de esa Facultad e investigador del Conicet.
El proyecto que enmarcó este avance científico fue liderado por Gambini, con fondos de UBACyT. Del mismo participaron investigadores de diversas instituciones de la Argentina. Por el LABA-FAUBA, Daniel Salamone y los veterinarios Matteo Duque, María Belén Rodríguez y Olinda Briski; por la Universidad Nacional de Río Cuarto, Ana Flores Bragulat, veterinaria del Laboratorio de Producción Equina dirigido por el profesor Luis Losinno; y por la Fundación Temaikén, Natalia Demergassi, veterinaria de esa institución al momento de la extracción de las muestras. Los resultados fueron publicados en la revista científica PlosOne.
Gambini señaló que en un segundo experimento también produjo otro tipo de embriones de cebra por medio de la técnica denominada ICSI, muy usada en humanos en las clínicas de fertilización asistida. “En este caso, a óvulos intactos de yegua les inyectamos un espermatozoide de cebra. Por eso, los embriones que logramos combinaron información genética del caballo doméstico, proveniente de la yegua, e información genética de la cebra. Técnicamente, es un híbrido llamado cebrallo. Estos embriones también desarrollaron muy bien hasta el día siete”.
“El hecho de que ambos tipos de embriones tuvieran alta calidad y se desarrollaran en excelentes condiciones hasta el séptimo día evidencia que las técnicas que usamos funcionan muy bien y que, en el futuro, los embriones se podrían transferir con éxito a un animal para que lleve adelante la gestación. El caballo y la cebra son especies emparentadas genéticamente, y desde hace años está comprobado que las yeguas son capaces de gestar y parir cebras, lo cual es clave para conservar la genética de estos animales en peligro de extinción”, afirmó Andrés Gambini.
Buenos augurios para el rinoceronte
“Tal vez no esté muy difundido que los equinos y los rinocerontes están emparentados, ya que pertenecen al orden zoológico de los perisodáctilos. En este orden hay varias especies en peligro de extinción, y una de ellas es el rinoceronte. De ahí la importancia a nivel mundial del trabajo del LABA en clonación equina. Por ejemplo, recientemente, investigadores del Grupo de Gametas del Zoológico de San Diego, donde se está trabajando en la generación in vitro de embriones de rinoceronte, me invitaron a dar una charla sobre este tema”, comentó Daniel Salamone.
Internacionalmente, el Laboratorio de Biotecnología Animal que dirige Salamone en la FAUBA se encuentra entre los principales laboratorios de investigación en el campo de la reproducción equina. En 2003, el LABA logró obtener los primeros bovinos transgénicos de América latina, capaces de producir hormonas de crecimiento humano e insulina en su leche; en 2010 llevó adelante la clonación de los primeros caballos en América Latina, y en 2015 consiguió clonar chitas por primera vez en el mundo.
“Desde lo personal, me gustaría proyectar esto a los animales salvajes. Es un tema que me apasiona y me gustaría desarrollar el resto de mi carrera principalmente con estos animales, y sobre todo con aquellos que están en peligro de extinción”, sostuvo Salamone.
Futuros pasos
En el LABA, la clonación no se detiene. Por eso, actualmente están trabajando en un proyecto de investigación junto con el Ejército Argentino, con la UNRC y con la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, orientado a la clonación de burros. “Hay una gran demanda de burros domésticos a nivel mundial, y en los últimos años el número de estos animales se está reduciendo de forma considerable. Incluso, está empezando a crecer la demanda de leche de burra como una alternativa en alimentación”, destacó Gambini.
“Los burros también pertenecen al grupo de los équidos. Ya comenzamos los primeros trabajos produciendo embriones híbridos a partir de, por ejemplo, semen de caballo y óvulos de burra. Estamos entusiasmados con este proyecto, que nos da la posibilidad de contribuir a preservar el material genético de animales en peligro de extinción”, concluyó.
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