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Por Antonio D'Eramo

La Dolfina el equipo conducido por el 10 en handicap, Adolfo Cambiaso, fundó en Luján, uno de los centros de clonación de nuestro país más famoso a nivel mundial, por la calidad de los caballos que allí nacen. Las ideas de ciencia ficción de los años 50 y 60 del siglo pasado ya son una realidad en torno a la clonación de embriones, que en el caso del mundo del polo, cuenta con una visibilidad y una relevancia inusual que se pondrá de manifiesto en la final mas prestigiosa del mundo de este deporte dominado por los equipos argentinos.

Los seguidores de polo verán mucho mas que un espectáculo que combina destreza, precisión, coraje, táctica y estrategia, en el máximo nivel. También observarán el desempeño de la caballeriza de los dos equipos que se enfrentan en lo que constituirá una final con el ingrediente de enfrentar la posmodernidad versús la tradición en la cría equina.

Gonzalo Pieres, alma mater de Ellerstina, pionero de la cría de caballos de polo en el país. Ubica a sus productos en todo el mundo y los equipos argentinos mas relevantes tienen algún ejemplar con los genes de los caballos que ha criado. Ha sido el que no se ha subido a la moda de clonar ejemplares exitosos en el mundo del polo. El equipo de su rival, La Dolfina de Cambiaso, ha llevado la práctica de la clonación hasta el extremo de presentar en esta final, tan esperada, a seis clones de Cuartetera. Consultado acerca de esta definición en la que su discípulo, Cambiaso, presenta un equipo de clones, Pieres afirmó: "mi gente siempre fue criadora. Y, debo decir, que el clon no es cría, se trata de una copia, y las copias no siempre son buenas. Además no se observa que haya un límite para estas prácticas, y las cosas sin límite son malas".

Pieres produce con Ellerstina, entre 200 y 220 caballos al año, a través de la técnica tradicional natural que se produce cuando un padrillo fecunda a una yegua y la preñez se desarrolla íntegra en el útero materno durante 11 meses. Cambiaso, en su empresa Crest View Genetics de Lujan, junto a sus socios, Alan Meeker de Texas, y Ernesto Gutiérrez que presidió Aeropuertos Argentina 2000, logró clonar 30 caballos; 7 Cuarteteras, que verán acción en Palermo, 7 Lapas, histórico campeón y 6 Small Pearson además de otras réplicas. Todos generados a través de la clonación, técnica por la cual se inserta la información genética de un ejemplar en un óvulo, para generar un caballo igual. El óvulo resultante de complicadas técnicas genéticas es injertado en una yegua receptora, que llevará adelante la preñez de 11 meses. Lo importante es entender que en esta técnica el embrión posee los genes de un solo caballo o yegua y no los de un macho y una hembra, por eso se tratará de una réplica.

Que tenga los genes de un gran campeón no significa que tendrá el éxito asegurado, luego dependerá mucho del ambiente. Ortega y Gasset diría: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo" y mucho tendrá que ver la cría, la doma y la hechura y el entrenamiento para este deporte tan exigente.

Pieres, ante la oleada de caballos clonados en el polo, advierte que debe existir una mayor regulación de parte de las autoridades porque "los ejemplares clonados, muchos de ellos provienen de Ellerstina, los grandes ejemplares los críamos nosotros y no tenemos ningún derecho de patente. La Cuartetera y Lapa son cría de Ellerstina vendidas a La Dolfina como embriones".

Cambiaso se diferenció de su maestro sin dudar y abrazó la técnica reproductiva de la clonación que tiene un costo alto, de 100.000 dólares por caballo, pero que puede bajar en un 25% si se clonan varios de un mismo ejemplar. Criar un caballo también suele ser muy costoso, mucho mas que adquirirlo en el mercado, pero puede volverse un redituable emprendimiento con las ventas al exterior. 

Hoy se juega mucho mas que un título entre dos clásicos rivales. La Dolfina versus Ellerstina; podría anunciarse como: lo nuevo versus la tradición; o la copia versus el original.