11 de Febrero de 2025 - 13:07

SENASA: Nueva normativa para la comercialización de frutas en Argentina

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró en las últimas horas una serie de resoluciones que emitió la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, que reducen y agilizan los trámites para poder exportar frutas.

La primera de estas medidas se conoció el lunes y consiste en una actualización y unificación de los controles a cargo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para aprobar los establecimientos de almacenamiento y empaque de frutas, hortalizas, aromáticas, hongos, algas y semillas comestibles.

La segunda, que se publicó este martes, reduce el radio de acción del Senasa en lo que refiere a las autorizaciones que debe realizar al momento de una exportación de frutas, ya sea cítricas, no cítricas, secas o desecadas.

A través de su cuenta en la red social X, Sturzenegger festejó que se implemente “una histórica desregulación en la industria de frutas” y contó cómo fue la génesis de la medida, además de describir sus alcances.

De acuerdo con Sturzenegger, el origen estuvo en un productor chaqueño, de la localidad de Juan José Castelli, llamado Walter Detzel, que le escribió relatándole problemas que tenía para exportar sandías.

A partir de allí, dijo que comenzaron a trabajar con el titular del Senasa, Pablo Cortese para reducir estos obstáculos.

Desde su punto de vista, la actuación del Senasa en estos procesos debe reducirse solo a dos factores:

  • La vigilancia sanitaria: controlar que no haya pestes que puedan propagarse afectando la actividad.
  • La emisión de certificados fitosanitarios para la exportación: permiten el comercio internacional de estos productos.

“Escribimos entonces una norma desde cero focalizada en solo estas dos cosas. El resultado: una normativa liviana donde los productores solo tienen que avisarle al Senasa lo que hacen y dónde están (así, en un evento sanitario, el organismo puede trabajar con los productores para contener el foco), y donde también ponemos al Senasa a disposición para la emisión de certificados fitosanitarios. Fin”, resumió Sturzenegger.

Así, desde ahora, son varias las “desregulaciones” que este cambio normativo implica:

  • Se deja de pedir habilitación de instalaciones, mucho menos la necesidad de revalidarlas anualmente. Todos los trámites en curso caen automáticamente, las firmas registradas ya no necesitan hacer nada más.
  • El productor puede cosechar cuando quiera ya que se eliminan los permisos de autorización de cosecha.
  • Se elimina toda la normativa que tiene que ver con envases, que pasan a ser una elección libre de los productores.
  • Senasa estará disponible para certificar lo que exijan las autoridades sanitarias de los países importadores, pero no va a poder exigir ningún trámite adicional.
  • Se eliminan las restricciones a la exportación por tipología de fruta (antes solo se permitía la exportación de fruta premium).

 

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