22 de Enero de 2025 - 18:07

Mallea vende gestiones en la Aduana, donde le "quedaron todos los contactos", y pide cambio de electrodomésticos caros a un importador

El ex director de Aduanas se promociona como si influencia en el organismo siguiera intacta. Mientras almorzaba, ofrecía a otros comensales cualquier tipo de gestión, bajo el argumento de "me quedaron todos los contactos". Además, ante un corte de luz, se le quemaron varios electrodomésticos, y le pidió al importador de esa marca -SMEG- que se los cambien. Además Mallea está formalmente vedado de realizar gestiones en el organismo por dos años tras haber ejercido su titularidad. 

Para los argentinos que se dicen liberales, el Estado es objeto de odio o deseo, alternativa o simultáneamente. De forma permanente dicen detestarlo, pero cuando pueden acceder a un cargo importante dicen que sí automáticamente. En país de tradición fuertemente estatal y presidencialista, como es la Argentina, tener contactos en organismos clave es fundamental para hacer negocios. Quizás por ello, realismo mediante, un abogado de décadas en el sector privado, Eduardo Mallea, haya aceptado ser director general de Aduanas. Cuando justamente desde el estudio Bruchou & Funes de Rioja, se dedicaba a representar empresas frente a esa dependencia estatal.

El problema, en estos casos, es asumir que se perdió poder e influencia tras una gestión fallida y breve. Según lo que se vio este mediodía en el restaurante Marcelo, de Callao al 1700, Mallea se niega a asumir esa realidad. Mientras almorzaba acompañado de su esposa, a cada conocido que se cruzó le dijo "contá conmigo para cualquier gestión en la Aduana, me quedaron todos los contactos". Oídos atentos, curiosamente de aduaneros de carrera, escucharon con estupor una afirmación que saben errónea o falsa. 

Los aires de Mallea, como si aún ocupara el cargo que hoy ostenta -con fuerte apoyo de la Casa Rosada- Andrés Velis, no terminan allí. Hace días, ex el director general le pidió a los importadores de electrodomésticos SMEG (elegantes, de gran diseño y precio acorde) que le cambien algunos de ellos, so pretexto que se le habían quemado en un corte de luz. Difícil de creer, a gusto del interlocutor. 

Mallea es un gran coleccionista de arte y reconocido sibarita. A fin de año, posteó -en Instagram- desde Siberia, Rusia, que espera un 2025 con "pieles, caviar ruso y champagne". Aunque la imagen era de Inteligencia Artificial (IA), no una fotografía, es así como este abogado especialista en comercio exterior se percibe.

En la Aduana, Eduardo Mallea es recordado con anécdotas y una evaluación de gestión poco favorables. Por ejemplo, que viajaba todos los meses a la Organización Mundial de Aduanas (OMA), cuya sede central está en la bella Bruselas (Bélgica). O que tardó varios días en dejar el cargo porque justamente estaba allí, y no quiso pagar la penalidad de avión para volver a la Argentina más rápido y realizar el cambio -por Velis- que ya se había anunciado.

Más allá de estas minucias, los que conocen la Aduana señalan que no dejó una sola área clave ordenada. Desde su asunción, a fines de octubre, Velis resolvió las situaciones del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, el área metropolitana (principalmente el Puerto de Buenos Aires), Encomienda Postal Internacional (EPI) o el pulular de operadores informales, entre otras cuestiones. Sin embargo, aún no resolvió una de las herencias de Mallea: la gestión de la Subdirección General de Operaciones Aduaneras del Interior.

Luego de alargar dos meses la decisión, nombró allí al abogado Horacio Raúl Alasia, mediante al Disposición 209/2024 (https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/318551/20241220). La misma se publicó en el Boletín Oficial el 20 de diciembre último, pero desde ese momento Alasia no terminó de asentarse en la función. Se tomó vacaciones a poco de asumir, con la excusa que ya tenía hechas las reservas hoteleras. El hecho de fondo es que Velis lo habría nombrado por consejo o sugerencia de un familiar que Alasia tiene en la Justicia Federal, para rápidamente arrepentirse. 

Aunque es un tema que el director de Aduanas puede resolver sin mayores problemas, porque hay candidatos serios para ese cargo, algunos apuntan sobre su sistema de decisiones. Quizás buscó dejar contentos a diversos sectores; o también evaluó que algún antecesor en el cargo -por ejemplo, Guillermo Michel- u operadores privados de pesos, tienen muchos contactos de peso tanto en Comodoro Py como en el Fuero Penal Económico. Y vale la pena tener un contrapeso a ese hecho por ahora inocuo pero subyacente. 

 

 

 

 

 

 

 

 

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