03 de Septiembre de 2024 - 14:33

El proyecto de cambiar la traza del Gasoducto Néstor Kirchner esconde una interna entre dos gigantes: Pampa y Techint

El Gobierno analiza cambiar el trazado del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) en su etapa 2, perjudicando a la Provincia de Buenos Aires. La lectura política es el enfrentamiento del presidente Javier Milei con el gobernador Axel Kicillof. Sin embargo, también hay visiones distintas entre los grupos empresarios conducidos por Marcelo Mindlin y Paolo Rocca: exportar Gas Natural Licuado (GNL) al mundo, o gas natural a Brasil.

El enfrentamiento entre dos políticos relevantes, con formaciones y visiones muy distintas de la economía, es atractivo y hasta pintoresco. Más aún, si uno de ellos es el presidente de la Nación y el otro gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Por ello, apenas trascendió la intención oficial de cambiar la traza del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), en su tramo 2, la lectura política de las diferencias Milei-Kicillof fue la primera que surgió.

Sin embargo, en la etapa 2 de esta obra, próxima a comenzar, también juega el interés de dos grupos que son socios para la construcción del GPNK, pero tienen objetivos distintos en cuanto a la exportación de gas. "Se trata de una discusión entre Pampa y Techint, cada uno cuidando sus intereses, y el que laudará definitivamente es el Gobierno", plantea un ex ejecutivo involucrado en el proyecto original desde el primer momento. 

El proyecto del grupo que encabeza Paolo Rocca es cambiar el trayecto Saliquelló (Provincia de Buenos Aires)-San Jerónimo (Santa Fe), por una especie de Y griega orientada al Gasoducto del Norte (GN). En lugar del trazado original de la fase 2, menor a 500 kilómetros, se haría un ducto intermedio entre Tratayén (Neuquén) y Chacharramendi (La Pampa) hasta La Carlota (Córdoba), que se conectará con el GN. Con la reversión del mismo, permitiendo exportar gas vía Bolivia, hacia Brasil, Techint podrá aprovechar parte de su producción de gas.

En este sentido, Techint podría usar el barato gas argentino, al estilo subsidio cruzado, para abastecer fábricas que tienen en Brasil, como la siderúrgica Usiminas o la fabricante de chapa Confab. Esta última fue piedra de la polémica en los inicios del GPNK, cuando la entonces vicepresidente, Cristina Fernández de Kirchner, se quejó porque "una gran empresa multinacional de origen argentino, que hizo la mayor parte de su capital a partir de la privatización de la siderurgia, pide 200 millones de dólares para traer chapa laminada desde su fábrica en Brasil".

Por supuesto que se refería a Techint. La historia terminó con este grupo reactivando su planta de Tenaris SIAT, ubicada en Valentín Alsina (Lanús); el funcionario que avalaba la lógica importadora echado del cargo (nada menos que el ministro Matías Kulfas); y el país ahorrando las ya escasas divisas. Techint finalmente se hizo cargo de la mayor parte de la traza del gasoducto, en sociedad con SACDE, la empresa del Grupo Pampa.

 

Mindlin busca exportaciones con mayor valor agregado: GNL desde Bahía Blanca

 

El proyecto de Pampa para la continuación del Gasoducto Néstor Kirchner es muy distinto al de su socio en la primera etapa. Apenas se aprobó y reglamentó el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), Transportadora de Gas del Sur (TGS, de Pampa) presentó una propuesta de ampliación diferente. En esencia, la misma consiste en agregar más plantas compresoras y loops en Provincia de Buenos Aires.

De esta forma, el trazado original de la etapa 2 sería ociosa, pues la ampliación del transporte podría destinarse a producir Gas Natural Licuado (GNL) desde Bahía Blanca. La distancia entre esta ciudad y Saliquelló es de apenas 227 kilómetros. Además, Pampa tiene un proyecto de terminal portuaria en esa ciudad del sur bonaerense, que por ahora no desarrolló del todo.

Según fuentes del sector, el proyecto de TGS en beneficioso en distintos sentidos. El más obvio: el GNL se paga mucho más caro que el gas natural, lo cual generaría más divisas para un país necesitado de dólares. Por otra parte, se aprovecharía todo el trabajo hecho entre Tratayén (Neuquén) y Saliquelló. Además, gran parte del proyecto se cubriría con financiamiento propio, repagando sólo una parte del mismo con tarifas internas. 

 

 

 

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