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El trascendido, publicado en una nota de fuerte impacto del sitio La Política Online (https://www.lapoliticaonline.com/politica/la-denuncia-de-un-pedido-de-coima-de-15-millones-de-dolares-a-pesqueras-llega-a-la-embajada-de-estados-unidos/), fue tan devastador como carente de desmentidas. Según ese portal, en un sótano del Microcentro porteño, una firma pesquera -la española Iberconsa, ahora comprada por un fondo de inversión estadounidense- fue objeto de un pedido de coimas de u$s 15 millones, para renovar por 10 años la cuota permitida de captura de merluza, conocida técnicamente como Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC).

Esta medida o política, que este año se vino prorrogando tras vencerse el plazo anterior por 15 años, es esencial para que el recurso ictícola no sea depredado. Según la nota de LPO, “una firma española controlada por un fondo norteamericano habría informado a la Embajada de Estados Unidos de un pedido de coimas por 15 millones de dólares, por parte de supuestos emisarios del gobierno para integrar a un grupo de firmas que se quedarían con los derechos de pesca de merluza en el Mar Argentino por los próximos quince años”. No queda claro si el supuesto pedido de coimas es para cada empresa o todas en conjunto.

Más allá del gran impacto público, los conocedores del sector no se sorprendieron por la información. “A lo largo de todo el 2024, como el Consejo Federal Pesquero no se conformaba, la Secretaría de Pesca otorgaba cuotas discrecionales para captura de diferentes especies, lo que se presta a suspicacias y negociados”, explica una ex figura clave de esa dependencia estatal. “Por eso tienen que establecer cuotas a 10 o 15 años, pero no de esa manera”, apunta otro gran conocedor del sector.

 

El movimiento sospechoso de Newsan Food

 

La empresa de Rubén Cherñajovsky, dueño además de importantes marcas de electrodomésticos (ATMA, SIAM, Philco, entre otras), y que hace poco se quedó con el paquete de Procter & Gamble (Gillette, Pantene, Pampers, etc.), tuvo movimientos de ventas y precios que llamaron la atención entre junio, julio y agosto. Algunos ven en ellos una imperiosa necesidad de conseguir dinero fresco.

La información confidencial, guardada bajo siete llaves, es la siguiente: en julio New San Food exportó una buena cantidad de merluza, y en agosto casi el doble. En septiembre, cuando se conoció la noticia de las supuestas coimas, las ventas bajaron 75% en relación al mes anterior. Nadie se anima a decirlo, pero flota en el ambiente la duda sobre si NewSan Food tuvo una actitud distinta a la de Iberconsa. “Si en agosto exportó tanto, es porque le otorgaron la cuota para ello, vaya a saber uno a cambio de qué”, dice un funcionario de carrera.

Por otra parte, también llamó la atención la necesidad imperiosa de la empresa de Cherñajovsky por hacer caja, bajando el precio de un commoditie muy codiciado en el mundo gastronómico. En el primer semestre del año, de acuerdo a un portal especializado (https://pescare.com.ar/analisis-de-mercado-de-merluza-y-exportaciones-de-filetes-a-brasil/), la Argentina exportó a Brasil merluza hubsi por más de 3.800 dólares la tonelada. Fueron casi 50 millones de dólares (exactamente u$s 49.724.958) por 13.000 toneladas.

Según fuentes inobjetables del comercio exterior, en septiembre el precio de venta bajo alrededor del 7%. Fueron unos 3.400 dólares la tonelada en julio y agosto, ubicándose cerca de los 3.100 dólares durante septiembre. La duda instalada es si NewSan Food fue más permeable que Iberconsa, y sin embargo se vio perjudicada en septiembre, pero menos de lo que se benefició en agosto.