El presidente del Banco Nación busca imitar al Banco do Brasil y convertirlo en una sociedad mixta
Daniel Tillard condujo durante ocho años el Banco de Córdoba (Bancor) bajo las órdenes de Juan Schiaretti. Para el futuro del Banco Nación trabaja, al menos, sobre dos premisas. El modelo Bancor o el esquema Banco do Brasil.
Por Antonio D’Eramo
Entre las pocas mujeres que dirigen el Banco Nación, que con 17.700 empleados y 650 sucursales de en todo el país es el más grande de la Argentina, se encuentra Pilar Montarcé, directora de Modo, gerenta de investigaciones económicas y ex directora ejecutiva del Banco de la Provincia de Córdoba (Bancor), que es la mano derecha del presidente del Nación, Daniel Tillard.
“Tillard quería una silla en el directorio del banco para Montarcé pero no lo logró por los difíciles repartos de cargos típicos de La Libertad Avanza y de los volátiles acuerdos del presidente Milei”, señaló a Minuto de Cierre un asesor del Ministerio de Economía.
Sea como fuere, Pilar Montarcé es la funcionaria que defiende imitar el modelo de composición accionaria del Bando do Brasil y de avanzar en un esquema que tiene una ventana de tiempo limitada para mediados del mes de junio próximo.
Para el sexto mes del año, la Casa Rosada espera que el Banco Nación sea una sociedad anónima. Y, el modelo brasilero es el favorito de los cordobeses que llegaron para dirigir la máxima entidad bancaria del país.
Lo primero que hay que señalar es que a cien metros de distancia entre el despacho de la presidencia del banco y del presidente de la República y sus principales asesores no hay consenso y unos se muestran más agresivos que otros con respecto al futuro del banco.
Para Javier Milei y su alter ego, Federico Sturzenegger, el Banco Nación debería ser privatizado en su totalidad y fin, como suele terminar sus frases el vocero Manuel Adorni.
Pero el fuerte rechazo del gremio de La Bancaria y la protesta de gobernadores e intendentes que advierten acerca del perjuicio que conllevaría privatizar completamente la institución financiera, fortalece la idea de avanzar con un formato mixto como en el caso brasileño y, hasta en uno de menor alcance para el sector privado, como sucedió en la experiencia cordobesa.
El modelo del Banco do Brasil, un formato utilizado en los ´90
El modelo del Banco do Brasil no es novedoso en la Argentina. El formato mixto se utilizó en la década del ‘90 del siglo pasado para vender parte de los bancos provinciales previa transformaciones de la razón social que pasaron de ser sociedades estatales a sociedades anónimas.
Algunos ejemplos, Macro adquirió acciones del Banco Misiones (93%), Salta (98%) y Banco Jujuy (100%); el grupo IRSA, de Eduardo Elsztain, compró el Banco Hipotecario en 1997 tras la aprobación de su privatización en el Congreso y el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, los mismos que fueron dueños de YPF, adquirieron no sólo el Banco de Santa Cruz, sino también los de Santa Fe; San Juan y Entre Ríos.
Las acciones del Banco do Brasil pertenecen en un 50% al gobierno federal pero un 26,3% está en manos de fondos del exterior mientras que un 23,7% pertenece a inversionistas brasileños.
Este esquema es el recomendado por los ejecutivos cordobeses teniendo en cuenta que el desafío más grande lo tendrán que dan pronto, según se desprende de las declaraciones de Daniel Tillar al Cronista.
“La transformación en sociedad anónima es la orden dada, y en eso estamos. Va a ser un elemento importantísimo en la gobernanza y transparencia del banco. Por ejemplo, la S.A. tiene una sindicatura colegiada, que es mucho más eficiente para el control que una sindicatura personal, como hoy tiene el BNA".
En ese sentido, las presencias de Horacio Liendo y Armando Guibert cerca de Daniel Tillard explican la avanzada privatizadora, teniendo en cuenta que el primero, que oficia de asesor, fue considerado uno de los “cerebros” del régimen de convertibilidad monetaria impulsado por el ex ministro de economía Domingo Cavallo, durante las presidencias de Carlos Menem.
Guibert, con pasado menemista, actualmente es secretario de Transformación del Estado y Función Pública de la Jefatura de Gabinete y asesora ad honorem a Tillard e informa de todo lo que pasa en la institución bancaria a Federico Sturzenegger.
Lo cierto es que en círculos gremiales y políticos se anota que ni siquiera la potencia del gobierno de Carlos Menem durante la etapa globalizadora de la década del ‘90 logró privatizar el Banco Nación.
Posiblemente, para estos funcionarios citados sea una especie de revancha, una nueva cita con la historia que tendrá en La Bancaria a un formidable adversario.
Para los representantes de los trabajadores, “el ingreso del capital privado al Banco de la Nación Argentina es un despropósito porque, entre otras funciones, es un formador de precios y logra tirar las tasas de referencia a la baja en todo el mercado para fomentar la producción nacional”.
La opción que deriva de la experiencia del Bancor es más modesta para los objetivos del gobierno. En esta experiencia, el sector privado se quedó con el 0,67% y el Estado provincial retuvo el 99,33%.
Esa opción es considerada insuficiente en los despachos cercanos al Presidente Milei.
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