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La empresa Challenger Gold, dueña del proyecto aurífero Hualilán, enfrenta una crisis de confianza tras la renuncia de todos sus geólogos senior, quienes habrían abandonado la compañía debido a desacuerdos con la gestión y los informes técnicos generados. Entre los renunciantes destacan figuras clave como el geólogo senior Vicente Sánchez, descubridor del proyecto, y el también geólogo senior Sergio Riveros. Este último solo aceptó continuar brindando asesoría externa sin firmar documentos, evitando así comprometerse con informes que, según trascendidos, carecen de rigor técnico.

El equipo quedó integrado por geólogos jóvenes con poca experiencia, lo que genera sospechas sobre la validez de los informes emitidos. Incluso, se reportó que el geólogo junior encargado del proyecto, Federico Caballero, habría estado involucrado en un incidente con Gendarmería, donde le habrían encontrado marihuana. Aunque este hecho no fue sancionado por la empresa, sí afectó la reputación del proyecto en el ámbito minero de San Juan.

En este contexto, será difícil encontrar inversores para Hualilán. A esto se suman dos motivos importantes. Uno es que, a pesar del otorgamiento de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), la misma tiene más de 60 puntos exigibles, lo que haría inviable la recuperación económica de la inversión. Esto ya fue contado en una nota anterior de Minuto de Cierre (https://www.minutodecierre.com/nota/2024-12-2-9-54-0-la-mina-hualilan-ya-puede-operar-pero-la-declaracion-de-impacto-ambiental-no-aparece-sus-acciones-no-suben-y-los-duenos-se-escondieron-del-anuncio). El otro tema es que, si finalmente Hualilán extrae el oro disponible en su yacimiento el mismo será procesado en Casposo, de Austral Gold, firma cuyo accionista mayoritario es Eduardo Elzstain. Con un detalle importante: Casposo no está funcionando actualmente, sino "en cuidado y mantenimiento". 

 

Cuestionamientos laborales y ambientales

 

Además de los problemas profesionales, se detectaron irregularidades laborales y ambientales en Hualilán. Sobre la precarización laboral, algunos informes revelan que durante años los profesionales fueron contratados como monotributistas o responsables inscriptos, sin acceso a derechos laborales básicos como aguinaldo, vacaciones, obra social o aportes patronales. Recientemente, más de 15 trabajadores habrían sido desvinculados bajo estas condiciones, lo que evidencia una estrategia para reducir costos laborales.

Impacto ambiental: se habrían enterrado rechazos de muestras en sitios no autorizados, omitido la declaración de caminos abiertos y gestionado de manera deficiente residuos peligrosos, como colillas de cigarrillos, bolsas plásticas y manchas de hidrocarburos. No se encontró evidencia de remediación en las áreas afectadas, lo que agrava las dudas sobre la responsabilidad ambiental de la empresa.

Las crecientes dudas sobre Hualilán plantean serios cuestionamientos sobre el modelo de gestión minera en San Juan. ¿Estamos frente a un proyecto diseñado para inflar artificialmente su valor y ser vendido? ¿O este “boom” de Declaraciones de Impacto Ambiental (DIAs) forma parte de una estrategia del lobby minero en connivencia con funcionarios públicos?