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El Gobierno dejó en duda este miércoles la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias en el Congreso durante diciembre, argumentando la falta de consensos con la oposición. Así lo expresó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en una conferencia de prensa desde Casa Rosada: “Hasta hoy, miércoles a las 12:08, no están los acuerdos que nos permitan definir un temario para las sesiones extraordinarias”.

Esta declaración marca un giro en la estrategia legislativa del Gobierno, que hace apenas una semana parecía avanzar con la convocatoria. En ese entonces, el vocero presidencial Manuel Adorni había confirmado que las sesiones extraordinarias se realizarían entre el 5 y el 27 de diciembre, y había detallado los temas a tratar, como la reforma electoral, política y judicial, además de leyes vinculadas a la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, la administración libertaria ahora analiza posponer las sesiones hasta febrero.

“Todos conocen nuestra situación parlamentaria: estamos en minoría y dependemos de acuerdos para avanzar con determinados temas. Si esos consensos no se logran, carece de sentido llamar a sesiones extraordinarias”, explicó Francos. Asimismo, reiteró que “hasta ahora, no convocaríamos en diciembre”.

El anuncio sorprende por el cambio de escenario, considerando que Adorni había adelantado públicamente el calendario y los proyectos legislativos a tratar. Entre ellos figuraban la reforma de los fueros de la política, el juicio en ausencia, una ley contra la mafia y los viajes presidenciales, entre otros.

Incertidumbre sobre la convocatoria

A solo cuatro días de la fecha anunciada como inicio de las sesiones extraordinarias, el panorama sigue siendo incierto. Desde el oficialismo, reconocen que no han logrado construir los consensos necesarios, mientras que los referentes de la oposición insisten en que no ha habido diálogo con el Ejecutivo para discutir los temas pendientes.

Además, los plazos juegan en contra: se necesitarían al menos 48 horas para convocar a comisiones y, con los feriados de Navidad, quedarían solo siete días hábiles en el mes. Esta falta de margen temporal incrementa las dudas sobre la posibilidad de que las sesiones finalmente se concreten.

Por otro lado, varios bloques opositores suspendieron reuniones previstas para hoy, como en el caso de la UCR y Unión por la Patria, mientras que el PRO reprogramó su encuentro para realizarlo de manera virtual. En este contexto, un factor adicional que podría alterar la agenda legislativa es el escándalo en torno al senador Edgardo Kueider, detenido recientemente en Paraguay, un tema que, según fuentes opositoras, podría dominar la atención en caso de reabrirse el Congreso.

Posible postergación hasta febrero

Ante las dificultades para avanzar en el diálogo con la oposición y la falta de tiempo para garantizar un debate productivo, el Gobierno evalúa posponer el llamado a sesiones extraordinarias para el mes de febrero. Esta decisión evitaría un nuevo desgaste político y permitiría reconfigurar las negociaciones para tratar los proyectos prioritarios en el próximo período legislativo.

Mientras tanto, la incertidumbre domina tanto en el Boletín Oficial como entre los legisladores, quienes esperan definiciones claras en los próximos días. Sin embargo, la falta de avances en los acuerdos deja al oficialismo en una posición de fragilidad en el plano parlamentario, lo que podría condicionar sus planes a corto plazo.