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El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció este jueves la extensión del programa de blanqueo de capitales hasta el próximo 8 de noviembre. La fecha límite de esta primera fase era este 31 de octubre, pero adujeron la decisión a los problemas administrativos e inconvenientes informáticos que afectaron el registro de los depósitos y pagos en la web de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Esto, sumado al paro de transporte del miércoles, habría dificultado el acceso al programa de regularización.

Este blanqueo de capitales, que ya es el octavo en la historia democrática del país, se presenta como uno de los más indulgentes de las últimas décadas, permitiendo a los evasores declarar sus bienes sin mayores penalidades. La medida refleja el objetivo del Gobierno de captar dólares en el exterior, dando lugar a una de las amnistías fiscales más amplias y flexibles hasta la fecha.

Beneficios del blanqueo: ¿qué se puede regularizar?

El blanqueo de capitales permite a los contribuyentes declarar efectivo, criptomonedas o fondos del exterior, sin costo hasta un tope de USD 100.000. Además, pueden blanquear montos superiores, siempre y cuando esos fondos sean destinados a inversiones específicas, como proyectos inmobiliarios u obligaciones negociables (ON), que han ganado popularidad en los últimos meses. El proceso para regularizar criptoactivos, sin embargo, se ha vuelto engorroso y ha presentado complicaciones operativas, lo que ha frenado en parte la formalización de estos activos digitales.

Asimismo, la medida permite formalizar hasta USD 100.000 adicionales en inmuebles, cuentas bancarias o empresas en el exterior sin tributar. En los casos en que el monto supere los límites establecidos, se aplica una tasa de solo el 5%, con la posibilidad de reducir aún más el porcentaje en función de la inversión en activos estratégicos, una de las razones por las cuales este blanqueo ha sido bien recibido por los sectores evasores.

Resultados del blanqueo: recaudación actual y expectativas

Hasta la fecha, el programa ha logrado formalizar alrededor de USD 18.000 millones, según el vocero presidencial, Manuel Adorni, lo que confirma la gran aceptación de la medida. Sin embargo, el Gobierno espera captar montos adicionales en la segunda etapa del blanqueo, que comenzará el 8 de noviembre y se extenderá hasta el 31 de enero. En esta nueva fase, los activos no declarados que superen los USD 100.000 estarán sujetos a un impuesto del 10%, mientras que en la tercera etapa, que finalizará el 30 de abril, la tasa aplicable aumentará al 15%.

El mercado anticipa que en esta segunda y tercera fase del blanqueo el monto declarado será menor, ya que en la primera instancia se permitió blanquear efectivo, una opción que estará restringida en las próximas etapas. No obstante, se espera que la recaudación contribuya de manera significativa a las arcas del Estado en un momento crítico para las finanzas públicas.