08 de Octubre de 2024 - 15:09

La transición de Investigaciones de la Aduana, a prueba por los 30 contenedores parados en la Terminal 4 y Exolgan

En medio de internas feroces, aunque por ahora subterráneas, una "prueba ácida" pone a prueba la Dirección de Investigaciones de la Aduana. Se trata de unos 30 contenedores ubicados entre dos terminales portuarias: la 4, de APM, y la que maneja Exolgan. Los mismos no estarían documentados, nadie quiere "legalizarlos" y se llegó a escuchar "hagan lo que quieran, pero si estoy a 200 kilómetros de acá". Dos contenedores fueron llevados a un depósito fiscal bonaerense y luego a un privado, pero alrededor de 30 siguen esperando. 

En otro momento, con una conducción política clara e internas minimizadas (nunca anuladas del todo), el tema se hubiera resuelto con cierta rapidez. Pero en este contexto, donde por lo menos se ven dos líneas de la Aduana en el Gobierno, y quizás tres si se cuenta a la Familia Menem, la solución no aparece. ¿Cuál es el problema a solucionar? Alrededor de 30 contenedores distribuidos entre dos terminales portuarias: la 4, de APM Terminals; y la de Exolgan, ubicada en Dock Sud y la más importante del país. Los mismos no estarían documentados, y eso complica todo.

Las instancias de control -o distracción- que deben atravesar son varias, desde la dirección del Puerto de Buenos Aires, con recientes cambios, hasta la primera línea de los verificadores, o la Dirección de Investigaciones, que justamente está acéfala. El último titular, Cristian Guglielminetti, presentó su renuncia, aceptada a través de la Disposición 163/2024, publicada el 20 de septiembre último en el Boletín Oficial. Hay por lo menos dos candidatos a reemplazarlo, pero no se termina de oficializar quién será. 

Según tres fuentes de la Aduana, a pesar de su renuncia, Guglielminetti está tratando de solucionar el tema, pero no logra ordenar a una tropa que ya no le responde. "También apareció (Claudio) Di Giannantonio, el ex director del Puerto, supuestamente actuando en nombre propio y del sindicato, pero nadie se anima a poner su firma", cuenta uno de los consultados. El nuevo subdirector de Control, Javier José María Ferrante, no quiere saber nada con el tema. Cuentan que alguien cercano a él dijo: "si van a hacer eso, me voy a 200 kilómetros". 

 

Boca grande, números gigantes

 

Según los viejos y sabios aduaneros, uno de los problemas es que el importador de esos contenedores habló con todo el mundo. "Este año fue el que más contenedores sacó, y como la gestión con estos se le complicó, habló de más. Uriel (ese sería el nombre) está desesperado, hablando con todo el mundo, y a veces conviene esperar en lugar de esparcir información".

Como no hay documentación oficial, los números y detalles sobre el valor de las "latas" son sólo estimativos. Pero se habla de mucha mercadería para bazar, y que algunos de esos contenedores podrían superar los 600.000 dólares de valor real. A un promedio de 500.000 cada uno, se trataría de por lo menos 15 millones. Por ahora, de todas formas, esto es imposible de certificar.

Lo que sí está confirmado es que un primer paso de la operación fue exitoso, porque dos contenedores que estaban en canal naranja, en un depósito fiscal del Conurbano, fueron documentados y luego enviados a un depósito privado. "Quizás la solución esté en algún jugador grande que puede convencer a las partes", especula uno de los investigadores del tema. En la medida que se conozca más información, eso será muy difícil.    

 

 

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