Tweet 0 COMENTARIOS

El precio de los combustibles vuelve a aumentar tras la decisión del Gobierno de no renovar el congelamiento sobre el impuesto a los combustibles que rige desde 2021 y vence este 1 de febrero. Ante la inminente actualización impositiva que habrá tras el descongelamiento, las empresas buscan de esta manera cubrirse aumentando los valores con anticipación. El incremento recae sobre los consumidores que ya comenzaron a hacer colas en las estaciones de servicio para evitar pagar más a partir de este jueves. 

Los tributos que no se mueven desde julio de 2021 son el que se cobra al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). Aunque no hay precisiones respecto al porcentaje de aumento, se calcula que el piso de ajuste puede ser de 10% y hasta un 25%. El nivel de aumento en los surtidores estará dado por si se aplica el total del impuesto pendiente o se hace en forma fraccionada para amortiguar el impacto.

Por otro lado también está el juego de las petroleras, que pueden decidir sólo trasladar la porción del ajuste impositivo o sumar algún porcentaje adicional. En esta decisión tendrá decisiva incidencia la actitud que tome YPF, que es quien lidera el mercado.

Desde el lado de los estacioneros también aparece la disyuntiva de beneficiarse por la recomposición de márgenes, pero con el riesgo de seguir cediendo facturación. La caída de ventas se estima en el orden del 15% a partir de la suba de precios.

Un impuesto congelado cuyo valor real cayó un 85%

La decisión que oficializará este jueves Energía a través del Boletín Oficial es un punto importante para las necesidades fiscales del ministro de Economía, Luis Caputo. “Si el Gobierno actualiza el impuesto a los combustibles, el precio de la nafta podría subir un 25%. El valor real del tributo cayó un 85% entre dic 2018 y dic 2023. La recaudación mensual cayó un 77%. Nación podría juntar recursos extras por 0,37% del PIB y Provincias por 0,15%”, detalló el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

La decisión de descongelar el impuesto a los combustibles tiene que ver, a su vez, con la necesidad de compensar la pérdida de recursos después de que se retirara el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus en medio de la tensión con gobernadores, por la resistencia a apoyar una suba de retenciones, pero también por el proyecto para reinstalar el impuesto a las Ganancias.