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La trama no se le hubiera ocurrido ni siquiera a un guionista de Netfix. El 17 de octubre, o Día de la Lealtad Peronista, el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto twitteó “la lealtad es amor” con una foto junto a Laura Ávila, concejal de la misma ciudad y partido. Un día después, el esposo de Ávila, el senador nacional Matías Rodríguez, se suicidó, no sin antes dejar una carta que confesaba: “Esta madrugada del 18 de Octubre encontré a Walter Vuoto y Laura Ávila en la habitación matrimonial de la casa de Walter. Me confesaron son amantes hace tiempo. Mi amigo, padrino de boda y de mi hijo. Ella mi esposa, amor de mi vida, juntos 22 años”.

La autopsia al cuerpo de Rodríguez, que consta en el expediente judicial, da cuenta de un cuerpo lleno de golpes, incluyendo posibles patadas en la cabeza mientras estaba en el suelo. También se habla de un bolso del fallecido que nunca apareció, importantes autoridades de La Cámpora que viajaron a Ushuaia para pedirle la renuncia a Vuoto (al PJ y a la intendencia), y consumos desmedidos. La trama judicial y política fue contada con todo detalle en una nota de la agencia y portal Noticias Argentinas: https://noticiasargentinas.com/politica/la-traicion-y-el-lio-politico-de-ushuaia.

En este contexto de convulsión, que generó una prolongada ausencia pública de Vuoto, también se supo que la Intendencia le pagó $ 60 millones a los organizadores del recital de La Renga, que así pudieron afrontar los costos, sin brindarle ninguna contraprestación a la ciudad más austral del mundo. La notable banda de rock, que siempre presumió de su producción independiente, esta vez bancó los costos con la plata de los ushuaienses, recaudó con las entradas, y además transmitió le recital por Star + y la radio Mega.

Ushuaia, paraíso turístico de media y alta gama, se vio invadida por una horda de fans que llegaron a la ciudad más austral del mundo en avión (los menos), automóviles, motos o cualquier otro medio de transporte que pudieron pagar. Más allá de los méritos artísticos de la banda oriunda de Mataderos, y del público fiel que la sigue, el número que unos pocos generaron mala imagen: plazas públicas usadas como baños, cajas de televisión como bolsas de dormir, árboles años como leña o estructura de carpas improvisadas.

En medio de la conmoción que le generó a los ushuaienses un tipo de turista al que no están acostumbrados, la viuda y amante (de Rodríguez y Vuoto respectivamente) Ávila aprovechó para tramitar la pensión de su esposo -aún no estaban separados, él se resistía- ante la ANSES. Para ello contó con la ayuda de otro camporista (Vuoto y ella lo son), el titular de la Unidad de Atención Integral (UDAI) de la ANSES en Ushuaia, César Colantonio.

Además del pedido de pensión de Ávila, el recital de La Renga tapó, o hizo olvidar por un rato, el malestar de gran parte de la población con Vuoto por el suicidio de Rodríguez, como también las renuncias que se vienen en su gabinete. Algunos de los miembros del mismo ya tendieron lazos con el gobernador Gustavo Melella porque ven a la administración municipal “desmadrada”.

Por otra parte, las costumbres y masividad de un público tan colorido generaron enojo de la población con el generoso intendente de los $ 60 millones para el recital. Sin embargo, Vuoto está dispuesta a redoblar la apuesta: ya se habla de un concierto de Skay Beilinson, el eximio guitarrista que integró Los Redonditos de Ricota junto al Indio Solari. “Walter (Vuoto) no para, falta que traiga a Los Rolling Stones”, ironiza uno de los funcionarios de Ushuaia que está a punto de renunciar.