16 de Septiembre de 2022 - 14:56

El "truco" del Fondo Monetario Internacional

El silencio del Organismo, la iniquidad del dólar soja y del Nuevo Blindaje. La última carta que nadie quiere jugar.

Por Marcos Esdras

La implementación de un dólar soja a $ 200 despertó una lógica de expectativa de robustecimiento de las reservas netas del FMI en el cortísimo plazo, un tópico que forma parte del programa amparado por el FMI. Sin embargo, el propio FMI es enemigo acérrimo del juego asimétrico que supone la puesta en marcha de un sistema de tipos de cambios múltiples. En efecto, el desdoblamiento cambiario violaría el artículo 8° del Estatuto del propio Organismo que prohíbe a sus países miembros tener tipos de cambio diferenciales.  Más allá de ello, “cada estado ejerce la potestad de implementar sus propias políticas económicas en pleno ejercicio de su soberanía”, así lo afirmaba un acreditado analista en Washington DC.

Lo que se observa es que el Organismo Multilateral se ha despojado del cumplimiento de aspectos estatutarios-técnicos y se está rigiendo por definiciones eminentemente políticas. ¿Será que finalmente ha hecho un Mea Culpa? El FMI aprendió a jugar “callado”.

Sabido es que el hecho que desencadenó la crisis de diciembre de 2001 fue la decisión de no girarle a Argentina un desembolso que formaba parte del programa por aquel momento vigente. En 2018 acordó un préstamo a Argentina por USD 55.000 (alrededor del 1.110 % de su cuota en el FMI) que excede exageradamente las disposiciones reglamentarias que tutelan el menú de asistencias financieras que el FMI puede otorgar a sus países miembros. En ese marco, a su vez vulneró en 2018 su estatuto cuando en pleno desarrollo del programa Stand By le permitió al BCRA utilizar divisas para intervenir el mercado cambiario y tratar de estabilizar el valor del tipo de cambio.

Lo cierto es que en estos días se han recibido con entusiasmo los efectos de las reuniones de Washington del equipo económico de Argentina.

Hasta han llegaron a aplaudir la medida del “Dólar Soja”.

Por un lado se pretende el ingreso de divisas, asimismo se preconiza un aumento de recaudación fiscal vía retenciones. Se percibe con vehemencia que la devaluación no luce tan desatinada ni lejana. Muchos se preguntan: otros actores podrían reclamar tratamientos cambiarios especiales? Ejemplo los tenedores de bonos dólar linked, otras ramas de otros complejos exportadores, por citar algunos casos potenciales. Todo ello podría ser objeto de presentación de un sinnúmero de recursos ante la Justicia.

Esto importa crear deuda pública y en USD. Así lo expresa el propio Dto. 576/22 en su artículo 14°.  Dicho en otras palabras, esta diferencia a favor de quienes liquiden estas operaciones al tipo de cambio diferencial ($ 200- $ 140) será financiada por los contribuyentes a través de contribuciones forzosas futuras al erario púbico (léase pago de impuestos).  Eventualmente el deudor, que es el Ministerio de Economía de la Nación, podría apelar en su lugar a la emisión monetaria, es decir, al impuesto inflacionario. De un modo u otro quien termina pagando es la “gente común”. O sea que este proceso puede leerse como un sistema regresivo de transferencia de recursos (del contribuyente general hacia un grupo beneficiado por el tipo de cambio diferencial).

Argentina transita una etapa de superficialidades macroeconómicas caracterizada por atisbos devaluatorios y blindajes efímeros. Se trata de una proliferación singular de desequilibrios.

Algunos memoriosos comparan estos mecanismos de desdoblamiento cambiario con el Decreto 803/2001 (Factor de Convergencia) cuando por el entonces Ministro Cavallo buscó compensar a los exportadores con un diferencial entre la cotización del euro y el dólar. Cabe mencionar que para aquel momento histórico el peso argentino se encontraba apreciado sobremanera. Ya el régimen de la convertibilidad veía próximo su ocaso. El euro había sido creado hacía poco tiempo y tenía un valor menor al dólar estadounidense. Entonces, el otrora Ministro de Economía buscó un esquema monetario al que denominó “Convertibilidad Ampliada” con el afán de que el peso argentino tuviera un valor producto del promedio aritmético entre el dólar y el euro… El resultado no fue positivo.

Otro de los resultados ponderados que se obtuvieron recientemente en Washington fue el compromiso del BID y del Banco Mundial de aportar USD 5.000 para llevar a cabo diversos programas de infraestructura. Se trata de la misma cantidad de divisas que esos Organismos aportaron al célebre Blindaje argentino obtenido a fines del año 2000 bajo el Gobierno de la Alianza. Son divisas que ingresan al país espaciadamente y que tienen una aplicación concreta. No se trata de divisas genuinas ni de libre disponibilidad.

El FMI se exculpa tácitamente y permite que Argentina juegue sus cartas para evitar un colapso político. El Organismo está jugando de “Pie” y pretende que Argentina sea “Mano” (emulando a los jugadores del Truco). El Organismo prefiere correrse y mirar para otro lado. Mientras tanto, desde lo económico, se sigue castigando a la inversión, a la economía real y a cualquier chance de despegue de la actividad económica. Así lo demuestran las sucesivas subas de las tasa de interés.  Este fenómeno inveteradamente termina exacerbando y profundizando la crisis.

 

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