Troceo: El vicepresidente del SENASA aseguró que “la media res atrasa medio siglo”
De cara a la implementación del cuarteo de la carne vacuna a partir del próximo 15 de enero, el vicepresidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Rodolfo Acerbi, señaló que “la media res atrasa medio siglo” y se refirió a la importancia de modernizar el sistema.
El vicepresidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Rodolfo Acerbi, afirmó que "vender medias reses atrasa medio siglo", al referirse a la prórroga, en principio hasta el 15 de enero de 2023, de la puesta en marcha del nuevo sistema de troceo de carne vacuna para la comercialización interna.
No obstante, el funcionario reconoció que aún no se convocó a la mesa técnica para avanzar con la medida: “La mesa técnica todavía no ha sido convocada y desconozco si eso va a significar la postergación o no de la fecha de enero, fijada desde el ministerio de Economía”, dijo Acerbi al respecto, en conferencia de prensa, tras una recorrida por el laboratorio nacional del SENASA en la localidad bonaerense de Martínez.
El Gobierno decidió, en abril del 2021, que la salida de carne de los frigoríficos de todo el país hacia comercios minoristas sólo podría hacerse en unidades resultantes del fraccionamiento de las medias reses en trozos que no pueden superar los 32 kilos.
Su implementación estaba originalmente estipulada para el 1° de enero de este año, pero se postergó para el 1° de noviembre y luego, mediante la resolución 780/2022 del Boletín Oficial, para mediados de enero próximo, atendiendo los pedidos de las provincias para fortalecer su implementación, control y logística, según informaron oficialmente.
Según la medida, el troceo permite a los abastecedores realizar una mejor asignación de acuerdo a las necesidades de los mercados minoristas y buscar proteger la salud de los trabajadores.
De hecho, la Organización Mundial del Trabajo (OIT) recomendó el troceo para que los trabajadores dejen de cargar sobre sus hombros un peso de hasta 120 kilos.
Lo cierto es que la medida genera una gran resistencia en parte de la cadena cárnica, como los frigoríficos de consumo interno y los matarifes, que se oponen a su implementación. En cambio, es respaldada por los frigoríficos exportadores y el gremio de trabajadores de la carne.