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El pez gatuzo (Mustelus schmitti) pertenece a la familia de los tiburones que pasa por una situación denominada “categoría de mayor peligro” que lo pone en riesgo de extinción, junto a una docena de especies del Mar Patagónico que están en la misma condición.

El coordinador de la Iniciativa de Tiburones y Rayas de Patagonia de WCS Argentina, Juan Martín Cuevas señaló que el gatuzo “es el que ha sufrido un mayor cambio en su categoría de amenaza con esta evaluación”.

Otras especies, también corren con la misma suerte, como por ejemplo, el tiburón pintarroja, el tiburón bacota, el cazón, el escalandrún y en menor medida el pez ángel espinoso.

Volviendo específicamente a la situación del pez gatuzo, es preocupante no solamente por el cambio de categoría a “peligro crítico”, sino que además tiene una muy baja población en el Mar Patagónico. Lamentablemente, las prácticas pesqueras no sostenibles es una de las principales amenazas, sumado a que las hembras pueden parir recién desde los 8 años, y tienen entre 1 y 16 crías anuales, variable que también perjudica el crecimiento en la población del gatuzo. Esta especie posee un dorso de color grisáceo uniforme con reflejos metálicos, el vientre blanco y boca armada de placas dentarias en forma de mosaico.

Desde la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo y según la Resolución 13/2020 publicada en el Boletín Oficial, están trabajando para revertir esta situación. A tal efecto, se impulsó un proyecto de recuperación del gatuzo, donde se ve la necesidad de adoptar medidas para la conservación y racional explotación de la especie, como, por ejemplo, el uso obligatorio del dispositivo de monitoreo satelital en los buques pesqueros de las partes que operen sobre el recurso gatuzo (Mustelus schmitti) en la Zona Común de Pesca, entre otros puntos importantes que trata dicha Comisión.