25 de Noviembre de 2022 - 08:36

La necesidad de innovar en el sector legal

¿Es necesario o no innovar en el sector legal? Según la Real Academia, Innovar es mudar o alterar las cosas introduciendo novedades y si bien es un término que significa crear un cambio positivo en el estado de cosas existente, la necesidad de innovar en el sector legal es una duda que acecha a muchos abogados. Hay dos razones principales por la que evolucionan las cosas en general, la primera cuando el entorno cambia de forma que sólo permite prosperar a los que pueden adaptarse y suprime a los que no lo hacen; la segunda cuando los participantes en el ecosistema cambian por sí mismos, lo que les proporciona ventajas dentro de su nicho ambiental.

 

Por Silvana Stochetti (*)

Parece que nos enfrentamos a un periodo de cambios cada vez más rápidos en el mercado legal, impulsados tanto por factores ambientales ante los que muchos de los participantes no pueden hacer nada más que 1) intentar resistir, o 2) adaptarse y prosperar; como por las crecientes oportunidades de "evolución positiva" creadas a partir de desarrollos tecnológicos.

La era de disrupción tecnológica en la que vivimos, y que ya se ha encargado de modificar la forma de relacionarse de los seres humanos, impactando en otros sectores o industrias nos ofrece soluciones y herramientas con las que no contábamos hace años. Por ello, seguir trabajando como tradicionalmente venimos haciendo, dando la espalda al gran surtido de soluciones de gestión, automatización o monitorización que las herramientas digitales nos proveen, supone anclarnos en el pasado y no evolucionar conforme a los nuevos tiempos, y nuevos perfiles de clientes demandan.

El término LegalTech de origen anglosajón es aún es aún muy difuso para la mayoría de los abogados y entre quienes lo conocen aún no tienen muy claro si se trata de una necesidad, de una opción o de simplemente una moda.

Esta palabra hace referencia al sector legal y el tecnológico, y se refiere a distintas categorías de tecnologías digitales que tienen distintos objetivos como la gestión de casos jurídicos, firma digital, marketplaces de abogados, infraestructura

Estas tecnologías más allá de estar convirtiéndose en tendencia, están revolucionando la forma en que los profesionales desarrollan sus funciones y utilizarlas ya no se trata de una moda sino de una necesidad ya que las firmas de abogados que no implementen este tipo de herramientas se verán superadas y desplazadas del terreno por aquellas que están modernizándose.

Las evolución tecnológica permite que nuestras tareas puedan ser atendidas y gestionadas conforme a metodologías innovadoras dentro de la práctica habitual propia del sector. La estandarización y sistematización de asuntos y tareas, su automatización y la visibilidad profesional alcanza otras dimensiones gracias a la tecnología.

Si bien este proceso ya ocurrió en otros sectores como el industrial, en el que la mecanización permitió automatizar las tareas manuales que propiciaron la producción en cadena, ahora, las nuevas tecnologías permiten mecanizar y automatizar tareas de contenido cognitivo o intelectual. Y muchas de nuestras tareas, obviamente de carácter cognitivo, pero que habitualmente son atendidas de manera mecánica y de la misma manera, permiten ser automatizadas.

A título de ejemplo, el archivo y procesamiento de las notificaciones judiciales, la articulación de escritos de trámite, y su remisión por email al procurador para su presentación, las presentaciones de escritos y demandas a través de las plataformas judiciales, las consultas a las cuentas de consignación judicial, la generación de informe y reportes recurrentes, la emisión de facturas y remisión al cliente ante hitos concretos como pueda ser la notificación de la sentencia…

Todo esto es posible si contamos con un entorno de gestión adecuado. Actualmente en el mercado hay una amplia oferta de softwares de gestión que incluyen funcionalidades que permiten automatizar este tipo de tareas.

La incorporación de estas herramientas a las tareas diarias de cualquier profesional permite trabajar desde cualquier lugar, compartir de forma segura archivos de cualquier tamaño, facilitar el cumplimiento y garantizar la seguridad y lo más importante es que ayudan a mejorar el servicio al cliente.

Si bien la adopción de estas tecnologías eficientiza todos los procesos y los hace más seguros ya que no sólo permite hacer el seguimiento digital, colabora con la ampliación de la cartera de clientes y previene el fraude jurídico, está siendo muy lenta. Esta lentitud, obedece a que, por un lado no pueden sustituirse rápidamente todos los procesos jurídicos tradicionales  y por otro porque algunos profesionales siguen viendo con recelo el uso de estas herramientas tecnológicas por una cuestión de costos, de ciberseguridad o porque piensan que pueden ser sustituidos por una tecnología avanzada, una especie de robotización de la profesión.

La revolución digital también está produciendo un cambio significativo en el comportamiento y en las necesidades de los clientes. Ellos están demandando cada vez más eficiencia, eficacia y transparencia por parte de los estudios jurídicos. Un cliente moderno ya no tolera que su abogado sea lento en sus procesos, que no sea efectivo en sus resultados, que no sepa gestionar sus casos online o que no brinde información transparente de sus casos.

Es este nuevo cliente moderno el que empuja a los abogados tradicionales a apalancarse en la tecnología para evolucionar y no perderlos, e incluso aumentar su cartera mediante plataformas tipo marketplace.

Históricamente la tecnología siempre ha venido a favorecer la transparencia, la accesibilidad, la previsibilidad y la democratización de la práctica jurídica, sin embargo, los cambios no ocurren de la noche a la mañana y requiere que el la evolución sea pareja en todo el ecosistema legal de la innovación jurídica y, por ende en el mercado jurídico en su conjunto.

Un abogado independiente que sepa aprovechar las soluciones LegalTech que ya se encuentran disponibles, podrá potenciar sus propias habilidades aumentando su productividad y adquiriendo una ventaja competitiva con respecto a sus pares, sin temor a ser reemplazados por un “robot” ya que el ejercicio del derecho requiere una serie de capacidades propias de los seres humanos que difícilmente puedan suplirse con una máquina, por lo tanto subirse al tren de la modernización que traen el LegalTech es clave para que el ejercicio de la profesión sea más eficiente y competitivo. Mientras tanto aguardamos que la Administración de Justicia se ponga a tono con las tendencias tecnológicas que contribuyen a la eficiencia, seguridad, transparencia e igualdad en el acceso a la justicia.

En cuanto a los profesionales: no debemos temer al progreso: Las cosas que haga mejor la máquina, las hará la máquina, y lo que hagamos mejor los letrados lo seguiremos haciendo.

 

(*) Abogada, creadora y directora de Legalify.app

 

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