19 de Mayo de 2017 - 19:57

Techint conducirá a la UIA, con la crisis de Brasil y las imposiciones chinas

El presidente elegido en la UIA fue Miguel Acevedo, que conduce una aceitera. Pero el gigante del acero, Techint, estará representado en el consejo directivo con Luis Betnaza, David Uriburu y Mario Gualtieri. La nueva conducción, que relegó a los históricos Héctor Méndez; Juan Carlos Sacco y José Ignacio de Mendiguren, tendrá como principales preocupaciones la crisis de Brasil y el polémico instrumento de "cross default" impuesto por los chinos.

Por Antonio D' Eramo

El primer encuentro para tratar estos temas será el 30 de mayo próximo. Para entonces, ya habrán retornado de Tokyo, del Foro de Negocios e inversiones Japón-Argentina, el actual presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Adrián Kaufmann, que en adelante ocupará la vicepresidencia séptima de la entidad fabril, y Luis Betnaza, de Techint. También volverá Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), que ocupará la vicepresidencia segunda de la UIA y organizará el business forum del G-20, como anticipó a Minuto de Cierre el empresario Cristiano Ratazzi.

Se eligió un presidente producto del consenso entre las fuerzas que integran la UIA y el gobierno nacional jugó fuerte. 

Funes de Rioja era el preferido por el gobierno para ocupar la presidencia de la UIA pero desde las ramas del interior de la UIA se comentaron las dificultades industriales de muchas plantas fabriles que terminaron con cierres o despidos, muchos de ellos gestionados por el abogado presidente de COPAL. Estas discrepancias provocaron nuevas consultas de los dirigentes empresarios con los funcionarios de Cambiemos, incluidos los que provienen de la Unión Cívica Radical. Ellos promovieron a la dupla Acevedo -Betnaza.

El ex senador y referente de la UCR Ernesto Sanz es uno de los que cultiva la amistad con la cúpula de Techint y quien se mostró más conforme con la recorrida que el presidente, Mauricio  Macri, realizó junto a Paolo Rocca, de Techint, en su nueva instalación robotizada de fabricación de tubos de acero sin costura, para la industria petrolera radicada en Houston, Estados Unidos.

Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza, respetado entre sus pares, terminó siendo el elegido para presidir la UIA, que en la conformación de su comisión directiva mostró señales de mayor protagonismo para el futuro próximo.

Además de Betnaza,  otro de los vicepresidentes será Mario Gualtieri, que representa a las pymes y marca el retorno de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires al redil de la asociación nacional. Gualtieri será uno de los hombres de mayor peso a la hora de transmitir las dificultades de las pequeñas y medianas empresas en el país y también, es uno de los empresarios que se pueden ubicar bajo la órbita de Techint, por ser en su actividad privada proveedor de la acerera.

En la vicepresidencia segunda estará Funes de Rioja y la grilla se completará con David Uriburu, otro empresario que reporta a Paolo Rocca, 

Otro de los dirigentes que se hará escuchar será el santafesino Guillermo Moretti, rodeado de problemas industriales en su territorio, será el vicepresidente tercero y, seguramente, junto a Juan Carlos Lascurain (vice quinto), de ADIMRA, y Alberto Sellaro ( vice octavo), de la industria del calzado, serán los más críticos de la conducción económica de la administración Macri. Todos ellos representan industrias que han sido muy golpeadas por las importaciones y la recesión.

Esta dirigencia mirará con atención el derrotero de la política financiera establecida por el Banco Central con metas de inflación que convalidan altas tasas de interés, retrasando el crecimiento del consumo.

A la cuestión interna, se le suman las preocupaciones externas. Brasil parece derrumbarse productiva y financieramente al paso de una crisis política por casos de corrupción que parecen no tener fin. Además, estudirán con lupa los contratos que Macri haya firmado con China. En realidad, se discutirán los acuerdos alcanzados teniendo en cuenta una de las cláusulas que más preocupan a los hombres de negocios: el "cross default".

"Cross default" es una voz técnica que significa que si no se avanza con un compromiso, se caen los posteriores. Traducido, los chinos se aseguran de esa manera que, si el gobierno no cumple con algunas de las construcciones acordadas, léase centrales hidroeléctricas Kirchner y Cepernic, no cumplirán con ninguno de los otros compromisos de inversión que se establecieron.

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