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Los medios del Grupo Indalo no suelen ser críticos de este gobierno, ni tampoco de los miembros más importantes del Frente de Todos. Ni Alberto Fernández, ni Cristina Fernández de Kirchner, como tampoco Sergio Massa son expuestos por sus errores. Sin embargo, dentro de esa lógica hay una excepción: los medios de este grupo -C5N, Radio 10, Ámbito, entre otros- suelen cargar contra distintos aspectos de YPF, la petrolera estatal manejada -aunque sólo parcialmente- por cuadros cercanos a la vicepresidenta.

La semana anterior, los medios de Cristóbal López y Fabián De Sousa difundieron dos cuestiones. Una llamativa pero no de fondo, la compra de un avión para realizar vuelos privados. Mientras que la otra es de fondo: la imputación contra dos vicepresidentes de YPF por parte de la jueza federal María Romilda Servini de Cubría. Según difundieron tanto C5N como Ámbito.com, entre otros medios de Indalo, Santiago Martínez Tanoira -actual vicepresidente de Gas y Energía- y Germán Vito Fernández -VP de Asuntos Jurídicos- fueron parte de las maniobras para que YPF se apodere a precio vil de los activos de Oil Combustibles. Por u$s 85 millones, la petrolera estatal se quedó con una refinería muy bien ubicada, en San Lorenzo, Santa Fe, a metros de la Hidrovía; más la red de estaciones de servicio y un sistema de logística aceitado. La imputación de Servini de Cubría responde a una demanda que le presentó Fabián De Sousa. 

"Cristóbal (López) nos pega porque siente que le robaron Oil Combustibles. La línea que maneja la empresa viene de la presidencia de Macri, no la pudimos cambiar", le admite a Minuto de Cierre una fuente llegada a la petrolera estatal en 2020. A partir de entonces, ni Guillermo Nielsen, actual embajador en Emiratos Árabes Unidos, ni Pablo González -el ahora presidente de la firma líder- pudieron quitarle espacios de poder a la "línea", es decir, al equipo gerencial y profesional que viene desde hace un tiempo.

Con un agravante a esta cuestión: la mayoría de ellos arrancaron en el 2016, con la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación. De la gestión de Miguel Galuccio, que le agregó 7.000 empleados a la petrolera, para luego abrir su propia compañía -Vista-, quedaron pocos en lugares clave. El macrismo arrasó con "limpieza" de ajenos y llegada de propios. Algo que Nielsen y González no pudieron ni quisieron hacer.

El mejor ejemplo de esto son los jugosos contratos a proveedores, escapados de los controles del Estado por ser YPF una sociedad anónima (aunque su mayor accionista sea el Estado). "Si un servicio o infraestructura cuesta un millón de dólares para las otras petroleras, a YPF le sale 1,2 millón. Nadie se preguntó nunca por qué Galuccio hizo ingresar 7.000 nuevos empleados y se retiró más millonario de lo que era para abrir su propia empresa. Y podría mencionarte 10 ejemplos más", se sincera alguien que luchó y perdió desde adentro en la búsqueda de la eficiencia.

En cuanto a los proveedores que llegaron a la empresa gracias a los vínculos emblemáticos con el macrismo, y en la actualidad siguen facturándole en gran nivel a YPF, hay dos casos emblemáticos. Por un lado, una firma de limpieza y remediación ambiental que opera en Vaca Muerta. El otro caso es el de Transportes Beraldi, la firma de José "El Tano" Beraldi, el ex candidato presidencial de Boca Juniors que dividió voto macrista y le permitió a Juan Román Riquelme -Jorge Amor Ameal en la formalidad- manejar el club xeneixe.

Entre 2014 y 2019 Beraldi logró sextuplicar su facturación en YPF, pasando de 157 a 1.050 millones de pesos. Así lo contó Minuto de Cierre en una nota de 2020, cuando todavía Nielsen soñaba con transparentar y eficientizar a la petrolera líder: https://www.minutodecierre.com/nota/2020-8-24-17-4-0-ypf-enfrenta-el-desafio-de-recortar-costos-con-un-empresario-macrista-como-leading-case. Sin embargo, luego no se avanzó. Con una curiosidad, Beraldi fue defendido desde sectores camporistas que tienen vínculo con él de Boca Juniors, mientras otros lo critican.

En definitiva, YPF fue víctima de la falta de conducción política de esta época. Los que se dicen cristinistas pero sólo aprovechan para fomentar sus negocios y relaciones, mientras la jefa política del espacio atiende sus temas judiciales y no lo gestión. Los albertistas (si es que alguno queda) que tienen más amigos en Juntos por el Cambio que en el Frente de Todos. En ese contexto, López y De Sousa ven esfumarse su posibilidad de recuperar Oil Combustibles o de volver a ser petroleros. Más aún, si el próximo gobierno nacional significa nuevamente un cambio de signo político.