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La voracidad de la diputada de Cambiemos, y el ex militar carapintada, en su avance sobre la Aduana, parte no tener límites. Como detalló este portal, en una nota que causó gran revuelo en el organismo, a través de Jorge Lenard Vives, Héctor René Squetino y Romina Janicow, Carrió y Gómez Centurión manejan la “Inteligencia” de la Aduana: http://www.minutodecierre.com/nota/2019-3-18-8-20-0-marcelo-d-alessio-su-contacto-aduanero-romina-janicow-y-una-inteligencia-que-responde-a-carrio-y-gomez-centurion

Pero no se conformarían con ello, y buscan desplazar de lugares clave a otros funcionarios. El “operador” principal de estos cambios es el ex comisario Héctor Giménez, de confianza de Carrió y con causas judiciales pendientes tras su paso por la Policía Federal Argentina (PFA). 

Una de las grandes apuestas de Giménez, Carrió y Gómez Centurión es la Aduana de Buenos Aires, equivalente al estratégico puerto de la ciudad capital del país. Allí, Dávila nombró en noviembre de 2017 a un funcionario de su confianza: el abogado Eduardo Horacio Flury. Como contó Minuto de Cierre en aquel momento, fue una decisión orientada a desarmar el esquema de poder implantado por Gómez Centurión: http://www.minutodecierre.com/nota/2017-11-13-9-22-0-davila-sigue-ordenando-la-aduana-aunque-le-queda-un-alfil-clave-de-gomez-centurion. En este momento, la ofensiva del ex titular de la Aduana, junto a Carrió, es ubicar allí a Pablo Cordiglia, un funcionario que tuvo responsabilidad en los pollos podridos de Cresta Roja, y en el famoso “avión de los Juliá”, que salió con 944 kilos rumbo a Barcelona, sin que Cordiglia lo revise en Ezeiza: http://www.minutodecierre.com/nota/2018-5-30-16-13-0-pablo-cordiglia-el-aduanero-que-no-vio-944-kilos-de-cocaina-en-el-avion-de-los-julia-ahora-es-responsable-de-los-pollos-podridos-de-cresta-roja

El otro cambio que impulsan Carrió y Gómez Centurión es para el estratégico Aeropuerto Internacional de Ezeiza, que en los últimos meses tuvo un proceso de ordenamiento. El jefe operativo del mismo es Ramiro Roibas, y el candidato a reemplazarlo es José María Ferrante. Otra vez, proponen un cambio a favor de un funcionario con antecedentes de menor valía que el actual titular del cargo. 

En la línea de Cordiglia y Ferrante, los “lilitos” y “carapintadas” también proponen a Gerardo Esquivel para desplazar a Alejandro Valli de la subdirección general de Control Aduanero. Como en el caso del Puerto de Buenos Aires, otro intento a contramano de la actualidad. Valli fue ubicado allí en mayo de 2017 para reemplazar a Pedro Luis Chapar, que manejó operativamente la Aduana mientras su amigo Gómez Centurión estuvo de licencia médica.

Y, al igual que el caso de los candidatos Cordiglia y Ferrante, tampoco son favorables los antecedentes de Esquivel. Este funcionario se jacta de ser un especialista en seguridad. A pesar de lo cual, la Aduana de Campana, que él dirige, está investigada judicialmente como un “punto ciego” del contrabando y tráfico de armas: http://www.minutodecierre.com/nota/2018-11-2-15-14-0-la-aduana-de-campana-el-punto-ciego-del-contrabando-de-armas-detectado-por-inteligencia-y-gendarmeria-nacional

Los movimientos para “empujar” las designaciones de Cordiglia, Ferrante y Esquivel parecen un chiste. Pero no tienen remate, porque no lo son. Parece muy difícil que Dávila los avale. Pero Carrió y Gómez Centurión tienen algo a su favor: tiempo disponible, sin mucho trabajo concreto para hacer. Se verá si les alcanza o no.