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Fue una de las noticias más impactantes de la semana: Gendarmería Nacional, la Aduana, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y Homeland Security secuestraron 100 armas de alto calibre, junto a proyectiles y un variado arsenal de guerra. En la Aduana de Campana, con Brasil como presunto destino, había pistolas, escopetas, fusiles, municiones y granadas.

El escándalo, impactante por el material en cuestión, sería más profundo aún. Según datos exclusivos a los cuales accedió Minuto de Cierre, hay 40 envíos anteriores con una fachada similar a nombre de Sergio P. Alanis, con domicilio en la calle Juan Domingo Perón al 400, de Campana. También aparece involucrado un ciudadano cuyo nombre es Michael Núñez. “Las armas no fueron detectadas en los escáners de Campana, lo que en sí mismo es un desastre. Pero también pasaron por el centro de logística del Correo Argentino en Monte Grande. Ahí tampoco la Aduana detectó el material. El tema debería ser objeto de una investigación rigurosa”, apuntó a Minuto de Cierre una fuente de la investigación. 

La causa tramita en el juzgado Penal Económico 2, a cargo del juez Pablo Yadarola, quien ya detectó que se ingresaron una gran cantidad de cajas por correo. “La elección de un destinatario con domicilio en Campana no es casual, sino que marca a la Aduana de esa ciudad como el punto ciego ideal para pasar este tipo de material sin que sea detectado”, apuntó la misma fuente.

Por allí, todos recuerdan el contrabando de 14 camionetas Ford Ranger con destino a Chile, con más descuido y desidia que mala intención. Pero contrabando al fin. El caso fue destapado por este portal:http://www.minutodecierre.com/nota/2018-9-2-21-31-0-ford-exporto-camionetas-de-contrabando-a-traves-de-la-aduana-de-campana

. Un ex militar que se jacta del control que no ejerce

En la jerga y el know how de los contrabandistas de todo tipo, la Aduana de Campana es calificada como un “punto ciego”. Es decir, un lugar sin control alguna. A pesar que el director de la misma es Gerardo Marcelo Esquivel, un ex militar que se jacta de ser especialista en control. Esquivel vive “chapeando” un apoyo de Elisa “Lilita” Carrió en el que muy pocos creen.

En realidad, dentro del esfuerzo de renovación de la Aduana que lleva adelante su titular, Diego Dávila, Esquivel es uno de los últimos rezagos que dejó la gestión de Juan José Gómez Centurión, quien llegó como “Rambo” y se fue envuelto en el escándalo de la causa “Mafia de los Contenedores”. 

Esquivel fue designado como jefe de Campana el 14 de marzo de 2017, mediante la Disposición 48, a instancias del entonces titular del organismo, Gómez Centurión. Esquivel suele jactarse de que su especialidad es el control, sobre todo en el tráfico de estupefacientes. Pero el 14 de agosto pasado, en el puerto brasileño de Santos detectaron 1.322 kilos de cocaína en un buque italiano que procedía de la Argentina. “La droga estaba dividida en 1.202 tabletas distribuidas en 41 bolsas, dentro del navío Grande Francia”, expresó un comunicado de la Aduana brasileña.

Los sabuesos narcos de Brasil tratan de establecer cómo y por qué ruta llegó esa parte de la droga al puerto de Zárate. Su principal hipótesis es que, en Argentina, la droga entra por provincias del Norte, y luego busca algún puerto “fértil” –como el de Campana- desde el cual poder enviarla hacia Brasil, Estados Unidos o Europa. 

Esquivel, que era de la máxima confianza de Gómez Centurión, es hijo de un gendarme y se jacta de su relación con el Ministerio de Seguridad.  Pero todo ello no tapa que en medio año acumuló tres escándalos fuertes: las camionetas de Ford, cocaína en Brasil y ahora las armas provenientes de Estados Unidos.