22 de Junio de 2023 - 11:52

La funcionaria “caja chica” de Tigre cerró su Instagram y todos apuntan a su vínculo y “esquema” con Mario Zamora, el hermano del intendente Julio

La revelación sobre los viajes frecuentes y largos de Florencia Finauri, directora de Obras Particulares de Tigre, generaron revuelo en el municipio y pusieron el foco sobre su relación -tanto política como personal- con Mario Zamora, el hermano del intendente Julio. El “esquema” de habilitaciones, con pasos para la aprobación y mails Finauri que dicen “te la ponés en la cartera. Re contrabando todo!” tras la habilitación de obras que no entraban en el código de planificación urbana.

El nivel de vida de Florencia Finauri, directora de Obras Particulares de Tigre, no coincide con su salario de 490.000 pesos, según relevó ayer Minuto de Cierre publicando los viajes que ella misma publicó en su perfil de Instragram: f.finauri. Vacaciones de alrededor de un mes y playas a ambos lados del Océano Atlántico en dos años: Angra dos Reis y Barra de Tijuca en Brasil, Colombia, España. También Nueva York e Islandia, destinos para nada baratos.

La nota publicada ayer hizo que Finauri cerrara su perfil de Instagram, o lo volviera extremadamente privado para que nadie o casi nadie -tarde ya- viera las fotos de sus viajes premium. Pero el efecto más profundo se vivió en el Municipio de Tigre, donde todos saben que Finauri ascendió de cargo, desde el trabajo base de visadora, a directora de área, gracias a Mario Zamora, secretario de Gobierno del cual depende el área que conduce “Flor”, como él la llama ante propios y extraños.

 Por otra parte, circularon emails de Finauri con dominio del municipio, en los cuales pide acelerar la habilitación de obras con frases del tipo “mañana te paso la otra parte (…), que te lo merecés que lo compartamos de iguales partes”. En otro email se lee: “cuando te vas avísame, así la ponés en la cartera. Re contrabando todo!. La respuesta fue: “no hay drama, sino me la das el lunes! No pasa nada!”.

Son todos emails que parecen hablar del pago indebido de dinero, que por lo menos podrían generar la investigación de oficio de un fiscal. Esos emails, extraídos de la Intranet del municipio, son publicados en esta nota. Habrá que ver si tras las fotos de vacaciones caras, y estos emails, Finauri sigue en el cargo.

 

Los Zamora, en el vértice de la “caja chica”.

 

Mario Zamora, hermano del intendente Julio, antes de su estratégico cargo actual ocupó varios lugares, entre ellos el de secretario de Urbanismo. Muchos empleados recuerdan que, en ese rol, se la pasaba hablando con los visadores -primera instancia de habilitación o rechazo de una obra- para que proyectos inmobiliarios incompatibles con el código de planeamiento urbano sean aprobados de todas formas. Cuando algún visador le decía que un proyecto “no cumplía” con el código vigente, su frase recurrente era “hacé que cumpla”.

Entre los “cumplidores” estaba Florencia Finauri, que hizo una relación con Mario Zamora que creció con el tiempo. El crecimiento político de él, mientras su hermano Julio echaba a funcionarios que venían de la época de Sergio Massa, vino acompañado de la suba en el escalafón de lo joven a la que él le acorta el nombre: “Flor”.

Por eso, en el municipio se comenta que Finauri responde en última instancia tanto al intendente como a su hermano. A tal punto que hasta instalaron una metodología de trabajo que incluyó varios pasos antes el rechazo de una obra. Primero se realizaba una excepción del código de planeamiento urbano, por ejemplo construcción de torres en zona residencial; luego se buscaba una excusa o motivo, que el edificio tenía viviendas particulares, oficinas y consultorios, para bajar la supuesta densidad poblacional; como tercer paso el plano salía aprobado; y finalmente quizás se volvía al código anterior, con el emprendimiento ya vendido.

Este fue, por ejemplo, el caso del megacomplejo Brickell Tigre. “Mario venía todo el tiempo a la oficina de los visadores, para que la aprobación del plano saliera rápido”, cuento un empleado del municipio bajo estricta reserva de su nombre. “En el curso de seis meses o un año, todo estaba aprobado, parcialmente vendido, y la construcción había comenzado”, agregó.

Después de esto, según esta fuente y dos más que corroboran la misma especie, Finauri se reunía en el baño con otras visadoras. Supuestamente a esas reuniones, en un lugar atípico, se refieren los emails.

 

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