El presidente Alberto Fernández le ofreció a Vladimir Putin que Argentina sea la “puerta de entrada para que Rusia ingrese a América Latina de modo más decidido”. Pasaron más de 3 años y medio desde aquella invitación y el Bitcoin explotó en su cotización. La criptomoneda le vino al Kremlin como anillo al dedo para sortear los embargos de Occidente. La fortuna de los oligarcas rusos desde la Perestroika de Gorbachov, los herederos de Yeltsin, al financiamiento de la red de espionaje más sofisticada del Mundo.
No lo fue a la Zimbabue, a la ecuatoriana ni a la salvadoreña. En Argentina no hubo dolarización y el BCRA no fue destruido. Bastó con una llamada de Ms Dawn Fitzpatrick (CEO de Soros) a Eduardo Elsztain (CEO IRSA/Cresud) para que Javier Milei desistiera de la dolarización y bajara del equipo económico a Emilio Ocampo.
El costo de vida en la Ciudad de Buenos Aires volvió a subir y acumula un alza del 15,3% en el primer semestre del año.
Buepp, la billetera digital del Ciudad, presenta una nueva promoción en carnicerías que permite acceder a un 30% de descuento los días sábados y domingos, desde el sábado 5 de julio.
Luis “Toto” Caputo pelea contra su sombra y su pasado. Es consciente que, si esta vez falla, no tendrá más atajos que el ostracismo. Sus cartas: el superávit interno y el déficit externo. Una alquimia que pude terminar con la reivindicación de su acérrimo adversario.