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La situación de la cadena comercial Garbarino llegó a un límite. Durante febrero completó 14 meses de resultado económico negativo, pero con un agravante: fue peor que los 13 meses anteriores.

En el segundo mes del año, una de las dos cadenas líderes de electrodomésticos perdió alrededor de 70 millones de pesos, un resultado que podría proyectar el rojo anual por encima de los $ 700 millones, sobre todo si el consumo y la actividad económica no crecen. "La situación es tan mala, que los hermanos Garbarino ya le habrían puesto precio, y el Santander Río les ofrece un posible inversor", contó una fuente ligada a la empresa.

Por otra parte, y aunque no trascendió, Garbarino echó a cerca de 1.000 empleados como parte de su proceso de achique, resultado de la crisis económica. Fueron presentados como un plan de retiros voluntarios, pero en realidad se trató de despidos. El proceso arrancó en septiembre pasado y llegó hasta febrero.

El último manotazo de ahogado que tiró Garbarino hasta ahora fue el plan "Precios Transparentes", que le llevó al ministro de Producción, Francisco Cabrera, con los pobres resultados conocidos. La venta con tarjetas de crédito bajó 30%, las tasas pasaron de 0% hasta el 60%, y sólo creció 8 puntos la venta en un solo pago (efectivo, débito o crédito de una cuota).

En el mercado, sin embargo, algunos creen que fue una jugada de los Garbarino, dos hermanos plagados de divorcios millonarios y vinculados a la polémica Helvetic Service Group, para hacerse de caja rápida poco antes de emprender su retirada.